«Nadie tiene la razón y, a su vez, la tenemos todos, ya que todos vemos el mundo bajo nuestro punto de vista limitado y subjetivo.»

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¡Amado ser de Luz!
Mi alma saluda a tu alma.

¡Evita hacer juicios!

Empieza por ti mismo y después haz lo mismo con los demás.

Si crees en la reencarnación, ya sabes que los aspectos más importantes de tu vida los has pactado antes de venir a este mundo y encarnar en este cuerpo físico. Mayormente se trata de lecciones de vidas pasadas, aprendizajes de esta vida y de todas aquellas limitaciones que te han impuesto tus padres y la sociedad. Como por ejemplo: ¡Esto no lo puedes hacer! ¡No hay dinero para ello! ¡Esto está bien! ¡Esto está mal!

Cultiva tu auténtico ser y, para ello, proponte seguir varios pasos. Primero averigua quién eres, tanto en lo positivo como en lo negativo; no te juzgues. Después, acéptate tal y como eres. Una vez que lo hayas hecho, sabrás distinguir entre lo que es tuyo y lo que no lo es. Podrás cambiar o cancelar aquellos aspectos, tanto tuyos como impuestos, que creas conveniente.

Suelta los aprendizajes ajenos, ya tienes suficiente con los tuyos. Recuerda que las lecciones pertenecen única y exclusivamente a cada persona y que solo ella puede aprenderlas por sí misma. Cada lección tiene su momento. Deja de empeñarte en querer que otra persona aprenda algo, por muy claro que tú lo veas, ya que lo único que consigues es todo lo contrario, que se sienta presionada, que pierda el interés, quizá por mucho tiempo o para siempre, y la estarías perjudicando, aunque tú solo pretendas ayudarla. Cada cual aprende su lección en el momento propicio para evolucionar espiritualmente. Limítate a mostrarle otras posibilidades y ella ya elegirá o no alguna cuando lo crea conveniente.

Además, nadie tiene la razón y, a su vez, la tenemos todos, ya que todos vemos el mundo bajo nuestro punto de vista limitado y subjetivo.

La mayor parte del tiempo, solo vemos lo que hay delante de nuestros ojos o lo que nuestra mente y corazón nos hacen ver a través de nuestra lógica y emociones.

Lo sabemos todo y no sabemos nada. Somos maestros y alumnos al mismo tiempo. Vivimos en sociedad y lo que vemos en los demás es un reflejo de nosotros mismos.

Que estas palabras sean una luz que te ilumine en tu camino.

Te mando un gran abrazo.

 

Aengus

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