«Desapégate de lo material, de las personas, de los lugares y de todo, ya que son solo ataduras que tú mismo te impones.»

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¡Amada Hermana y Amado Hermano!

Te invito a reflexionar sobre tu propósito de Vida y el propósito general que tenemos como colectivo toda la humanidad. Uno de los propósitos generales de la vida es aprender a relacionarse con los demás seres desde el amor, el cariño y el respeto y ayudarnos mutuamente en nuestra evolución. Sacando cada uno lo mejor de sí mismo, siendo autentico y sin fachadas. Sería maravilloso que esto sucediera así todo el tiempo. Nos haría la Vida mucho más agradable a todos. No se debe criticar a las personas que deciden distanciarse de otras. A menudo sucede, que sientes que una relación, ya no te aporta nada a tu evolución, ni a tu vida. Si es así no lo dudes, es hora de acabar con esa relación de una forma amorosa y respetuosa, para dar paso a otras relaciones que te permitan seguir evolucionando.

Desapégate de lo material, de las personas, de los lugares y de todo, ya que son solo ataduras que tú mismo te impones. Podemos escoger a los amigos, pero a la familia biológica no, es la que tenemos. Sin embargo, no son solo familia, las personas de tu árbol genealógico. Hay personas que no son ni remotamente parientes nuestros, pero sin embargo los consideramos de la familia. Si una persona solo te da problemas, puedes dejar que se marche, si por ejemplo es un amigo. Pero con la familia no es tan fácil, ya que te afecta emocionalmente, porque existe un vínculo de por vida. Si una relación con algún familiar te afecta negativamente, no lo permitas. Recuerda que cada cual tiene su propia visión limitada y subjetiva del mundo y hay que respetarlo. Todos tenemos razón y todos estamos equivocados. Ten paciencia y déjale su espacio, cada cual tiene su propio proceso evolutivo y necesita su tiempo para aprender sus lecciones, que para cada persona es variable y no se debe interferir, ya que ello podría ralentizar su proceso de aprendizaje. Lo único que se puede hacer es ofrecerle nuestro amor incondicional, nuestro apoyo y ayuda. Si rechaza nuestra ayuda, no pasa nada, no hay que insistir, ni enfadarse por ello, ya que si lo hacemos el que habla en nuestro nombre es nuestro ego. Se trata de su propio proceso personal y hay que respetarlo.

En esta etapa del despertar de la humanidad es momento de escoger mejor a las personas con las que nos relacionamos, para poder evolucionar de verdad, ya que si cambiamos nosotros, pero seguimos rodeados del mismo ambiente, con las mismas energías, nos volverán a empujar hacia abajo. Te sugiero que desde ahora en adelante elijas tus relaciones y los entornos en los que te mueves desde el corazón y poniendo consciencia en ello. Por ejemplo podrías empezar a relacionarte más con personas, que tengan inquietudes espirituales similares a las tuyas. También puedes tratar de hacer que tu entorno sea más afín a tu nueva energía, siempre desde el amor y el respeto, irradiando esa nueva vibración de dentro hacia afuera.

Te propongo cambiar tu forma de vestir, pintar tu casa y cambiar su decoración, debido a que nuestro hogar y nuestra forma de vestir son un reflejo de nuestro interior y por tanto es lo que irradiamos hacia el universo. Aunque pueda parecer un disparate, te aseguro que funciona, ya que le estas diciendo al universo que eres diferente y que ya no eres la misma persona de antes. De este modo el cosmos te facilitara aún más ese proceso de cambio y será cada vez más difícil que vuelvas a ser arrastrado hacia abajo.

¡Derribemos muros y construyamos puentes! Hay tanto que aprender y tanto que disfrutar de la vida, que no queda tiempo para lamentaciones.

Con amor, Aengus.

 

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