«Lo más valioso de todo lo que has aprendido en esta vida: eso es lo que tienes que enseñar.»
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Todo buen maestro quiere que sus alumnos dejen un día de necesitarle más.
Todo el mundo aprende y todo el mundo enseña.
Todos somos maestros y alumnos de alguna manera.
Todo buen maestro quiere que sus alumnos un día le puedan superar.
Aprendemos lo que enseñamos, nada más.
Lo que enseñes con tu forma de vida y con tus actos, eso es lo que aprenderás de verdad.
Y enseñamos continuamente… con cada palabra, con cada gesto.
Asume ya que ésta es tu responsabilidad.
Comprender tu propio papel como maestro
es una forma de liberarse del miedo.
¿Cuánto tiempo necesitas malgastar más?
Lo más valioso de todo lo que has aprendido en esta vida:
eso es lo que ahora mismo tienes que enseñar.
Y enseñarlo a cada momento, con cada mirada, con cada silencio.
¿Cómo podrías acaso no hacerlo?
Un buen campo de labor no deja nada sin utilizar
y ve en toda persona, circunstancia y momento,
agua o lluvia,
luz o sol,
abono o estiércol…