«En la vida siempre habrá tormentas, pero los faros saben que las tormentas son necesarias para su evolución y las aceptan con amor y gratitud.»
ESCUCHA…
LEE…
Dice la canción:
«Faro que alumbras al mundo por encima de la tempestad
devuélveme la esperanza a y que brille mi estrella
pero no en soledad oye mi voz mi última oportunidad
faro que alumbras al mundo alumbra mi vida.»
(El faro de Lisboa, Carlos Goñi).
– Oye, querida gaviota, ¿qué es esa canción que escucho, me la podrás explicar porque no la entiendo?-.
Ella al escuchar mi pregunta dejó de acicalarse sus blancas plumas que parecían hijas de la espuma del mar, me miró y me respondió:
-“¿Qué no entiendes, mi querido muchacho?”-
-La estrofa de la canción que escucho en la lejanía-.
-“Hmmm, espérame la escucho… No oigo nada desde aquí… Déjame me acerco un poco más al lugar donde está sonado la canción y te cuento”-.
La vi volar y, expectante, decidí esperarla; sabía que no se demoraría mucho.
Recuerdo que un día llegó de la nada, se amañó y nunca se fue. Con el tiempo se convirtió en una gran amiga con quien podía charlar sobre muchas cosas; me encantaba cuando me contaba historias de sus innumerables viajes, enseñándome de esa forma el mundo que ella había visto. Era genial, pero un poco despistada, como si viviera en otro mundo… La vi venir hacía mi e interrumpí mis recuerdos.
– “Ah, es una canción de un chico llamado Revólver. No entiendo cómo los humanos le ponen nombre de cosas a la gente y más si son cosas ¡peligrosas!”-. Vi como mi amiga se iba sulfurando.
– Tranquila, ¿ahora si puedes aclarar mi duda?-. ´La interrumpí con el fin de no escuchar su perorata por horas… Unos espeluznantes graznidos que me enloquecían y mi interés era la respuesta que estaba esperando y no una disertación sobre nombres-.
– “¿Que parte de esa canción deseas que te explique?”-.
– Bueno, la estrofa que habla de faros y tormentas-.
Veo que mi amiga me mira fijamente y dice:
-“La vida es un carrusel donde ocurren situaciones inesperadas que en este caso llamaremos tormentas y pueden ser ocasionadas por nosotros mismos o a causa de otros para nuestro aprendizaje. Ellas nos sacan de nuestro foco, nos desestabilizan y nos sumen en la más profunda oscuridad.
Pero en el mundo hay personas que superan su oscuridad alumbrándose a sí mismas, pero cuando lo hacen su luz es tan fuerte que logran iluminar a otros, trayéndoles esperanza, la oportunidad de ver la vida y las situaciones dolorosas con otros ojos y son los que motivan a hacer los cambios que necesitamos llevar a cabo.
Aquellos faros tienen la capacidad de manifestar su luz a través de la escritura, el arte, la música, la sanación y muchas otras formas más, incluso me atrevería a decir que ellos son maestros. Muchas tormentas nos llevan a ellos de manera inesperada…”-.
-¡Wow genial, osea que una vez salgan de su oscuridad y alumbren no tendrán más tormentas!-.
Le dije con tanto entusiasmo que me miró con mucha paciencia y continuó:
-“No mi querido, en la vida siempre habrán tormentas, pero ellos saben que las tormentas son necesarias para su evolución, las aceptan con amor y gratitud. Obviamente no les afecta tanto como les sucedió con la primera, porque han comprendido que cada una de ellas los ha hecho más fuertes y decididos a seguir alumbrando.
Como tú mi querido Faro que sigues de pie a pesar de las tormentas que has vivido y sé que sortearás muchas más… Aun así, nunca dejarás de alumbrar.
Para terminar quiero que tengas presente lo siguiente:
Aunque el mar esté furibundo no hará mella alguna al faro…
Éste siempre brillará en las tormentas y en las noches de luna…
Iluminando a quienes lo necesiten…”-.
Dedicado a un muy amado y querido faro para que sus letras nunca se apaguen a pesar de la tormenta, porque después de ella siempre llega la calma.
Haz como han hecho Nexy Carvajal y muchos otros, y encárganos la narración de tu texto a través de «UN AUDIO PARA TI», nuestra sección creada a tal efecto: https://mivozestuvoz.net/un-audio-para-ti/