«En nuestro interior tenemos el poder necesario para regular al alza los genes que fortalecen el sistema inmune.»

CÓMO EVITAR QUE EL MIEDO DEBILITE TU SISTEMA INMUNE – Gogo Bela

«En nuestro interior tenemos el poder necesario para regular al alza los genes que fortalecen el sistema inmune.»

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La importancia de la IgA

Las emociones son energía en movimiento, afirma el Dr. Joe Dispenza, autor de innumerables libros, profesor, especializado en neurociencia, bioquímica y biología celular:

“Toda energía es una frecuencia y toda frecuencia transporta información. En función de nuestros pensamientos y sentimientos siempre estamos enviando y recibiendo información”.

En la actualidad, podemos medir el efecto de las emociones tanto positivas como negativas y la función inmunológica a través de la saliva. La prueba de la inmunoglobina A (IgA), un marcador proteico que indica la salud del sistema inmunitario. La IgA es una sustancia química que rechaza bacterias, virus, hongos y otros organismos. Podríamos decir que es más poderosa que cualquier vacuna contra la gripe.

Los humanos tenemos la capacidad de sentir emociones elevadas, positivas y emociones negativas y cada una de ellas genera una cascada de reacciones hormonales en nuestro organismo.

Las emociones negativas como el estrés y muy especialmente el miedo y la ira activan la producción de cortisol (estrés crónico) y de catecolaminas, es decir, adrenalina y noradrenalina. Y cuando esto ocurre, las inmunoglobulinas IgA bajan y por lo tanto también nuestra inmunidad. Y es que además las IgA también regulan a la baja la expresión del gen que fabrica proteínas, predisponiéndonos a la enfermedad.

Hoy en día se habla mucho del ADN y de nuestra herencia genética. Pues bien, cuando hablamos de genes, es importante destacar la diferencia entre genotipo, código genético de las células (como el disco duro) y fenotipo, que se refiere a la expresión del gen, o sea, del genotipo (como el software). El fenotipo es un rasgo que podemos observar y que puede cambiar en función del ambiente incluido las emociones.

De modo que las emociones negativas como el miedo, ira, resentimiento y envidia hacen descender las IgA, es decir el sistema inmunológico y por si fuera poco, como he comentado antes, regulan los genes a la baja.

Sin embargo, las emociones positivas y elevadas sostenidas en el tiempo como el amor, la alegría y muy especialmente la gratitud no solo aumentan las IgA, sino que regulan los genes al alza, pueden activar otros genes dormidos, cambiar la expresión génica, es decir, la expresión proteica del sistema inmunitario y promocionar salud y regeneración celular. Sin ir más lejos, cuando sentimos amor profundo con una apertura de corazón, segregamos oxitócina, la hormona del amor, una hormona que regula la respuesta del miedo.

Y como ya hemos comentado anteriormente, las emociones negativas como el miedo activan ciertos fenotipos a la baja, reduciendo los IgA y por lo tanto la inmunidad, produciendo enfermedad.

Las emociones positivas y negativas

Pero aún hay más, esto se está volviendo muy interesante, las emociones negativas acortan nuestros Telómeros, nuestro reloj biológico en las terminaciones de las hebras de ADN. O sea, el miedo y el estrés prolongado en el tiempo, son emociones que contribuyen a acortar nuestros Telómeros, y por lo tanto, a reducir nuestra vida envejeciendo antes.

Como puedes ver, nuestro cuerpo es una fábrica natural de sustancias químicas, de modo que, en el mejor de los casos, no necesitas medicamentos ni sustancias exógenas para curarte. De hecho, es el propio cuerpo que se cura a sí mismo. Tenemos en nuestro interior el poder necesario para regular al alza los genes que fabrican IgA en poco tiempo.

Nuestro cuerpo es una verdadera farmacia interna con sus correspondientes receptores.

Y hablando de hormonas, la DHEA, una hormona sexual asociada al envejecimiento y que suele decrecer a partir de los 30 años aproximadamente, se ha visto que los niveles de ésta influyen en nuestra respuesta al estrés y al miedo. Dicho de otra forma, cuando experimentamos emociones positivas prolongadas en el tiempo como amor, alegría y gratitud, esta hormona no solo no decrece sino que puede aumentar.

En un texto del Heart Math Institute, un extracto de McCrazy, 1998, “Práctica de la coherencia cardiaca a través de la respiración”, se vio que después de un mes de practicar en emociones positivas como la gratitud, amor, alegría y la risa, los niveles de cortisol bajaron y los niveles de la hormona DHEA aumentaron en la saliva. La DHEA está producida por las glándulas suprarrenales y sirve para fabricar hormonas sexuales como la testosterona y los estrógenos.

¿Sabías además que las emociones negativas como el miedo y el estrés acidifican nuestro organismo?

La razón es simple, cuando sufrimos estrés y muy especialmente sentimos miedo, el cuerpo consume más minerales alcalinos y en especial magnesio, ¿Por qué? Porqué el Mg es un mineral necesario para generar ATP, la unidad energética de la mitocondria celular. Además, cuando tenemos ansiedad nuestra respiración se vuelve más superficial y no llega tanto oxígeno a nuestras células. Y es que el oxígeno es el mayor alcalinizador natural del cuerpo.

Tristemente, acabamos siendo adictos a las hormonas del estrés y a las emociones negativas. En cuanto reaccionamos a una circunstancia externa amenazante, real o imaginaria, comenzamos a liberar dichas hormonas para movilizar la energía necesaria para huir o atacar.

Consejos que te ayudarán a regularte

¿Y qué podríamos hacer para entrar y permanecer en un estado superior emocional como la alegría, el amor, la inspiración y la gratitud, al menos media hora al día para provocar cambios epigenéticos?:

  • En primer lugar, evitar el consumo de excitantes como el café y productos con cafeína, ya que aumentan la secreción de adrenalina y agotan nuestras glándulas renales. El café favorece la ansiedad y el desasosiego mental además de agotar nuestra energía.
  • Evitar al máximo el consumo de alcohol ya que además de intoxicar nuestro hígado tiene un efecto depresivo sobre nuestro sistema nervioso, así que tampoco creo que te interese.
  • Practica la meditación a diario, al menos unos 20 min y verás qué diferencia en tu vida. La mente se aquieta, el corazón se tranquiliza y te permite acceder a zonas de tu interior que ni imaginabas que tenías. Te aporta claridad mental, visión e intuición y empiezas a actuar con conciencia no de manera reactiva. Se activa el sistema parasimpático proporcionando una relajación profunda y bienestar. Existen un sinfín de métodos ahí fuera, se trata de encontrar el que vaya mejor para ti.
  • El yoga es otra práctica ancestral maravillosa ya que no solo proporciona elasticidad al cuerpo, sino que permite experimentar una profunda relajación a la vez que facilita realizar una introspección interior.
  • Respiraciones profundas y conscientes. Respira, respira y respira reza el dicho. Desde el pranayama hasta el método de Wim Hof, que si no lo conoces te animo a que lo investigues.
  • También está la respiración que proporciona Coherencia cardíaca, desarrollada por el Heart Math Institute de Estados Unidos. Un ciclo que consiste en una inspiración en 5 segundos y una expiración en 5 segundos destinado a conectar la frecuencia del corazón con el cerebro a través del nervio vago. Un método muy sencillo que aporta profunda paz y aquieta la mente.
  • Haz ejercicio físico. Supongo que no hace falta que te enumere todos los beneficios y bondades de practicar ejercicio físico, sin embargo quédate con una cosa fundamental y es que cuando hacemos ejercicio, deporte y sudamos no solo descargamos la tensión física y emocional, sino que generamos endorfinas, la hormona de la felicidad.
  • Toma suplementos alcalinizantes como por ejemplo pHour Salts que contengan especialmente magnesio ya que este mineral no solo aporta energía, sino que relaja la musculatura y aporta bienestar favoreciendo un sueño más relajado y profundo.
  • Incluye alguna hierba relajante en forma de infusión que contenga melissa, valeriana, hierba luisa, tila ya que alivian la ansiedad.
  • Las vitaminas del grupo B también ayudan al sistema nervioso, asegúrate que contengan vitamina B6 y B12. Una buena combinación sería un preparado que contuviese Mg y vitamina B6.
  • Otro complemento natural que ayuda mucho en el proceso de relajación es el aminoácido L-Theannine. Relaja la mente y permite enfocar mucho mejor. Ideal para procesos de ansiedad y dispersión mental.
  • Los remedios florales como las flores de Bach también nos van a ayudar mucho a manejar el miedo. Las flores ideales para trabajar el temor serían el Rock Rose, mimulus, aspen, Cherry plum, impatients y Rescue. Tienen la ventaja que los pueden tomar toda la familia incluidos amigos animales.

 

GOGO BELA MACQUILLAN

 

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