ESCUCHA…
LEE…
El Sendero de la Ascensión es el sendero del Amor. Es amor y el sueño del amor hecho realidad. Las disciplinas para las iniciaciones de la ascensión hacia la Conciencia Superior sólo pueden ser llevadas con amor por un corazón y un alma tan llenos de amor por Dios, el Gran Gurú, que resistirá hasta el final, el fin de los ciclos de la conciencia humana. El Sendero es recto y angosto, como habéis oído. El ascenso es por alturas yertas, escalando peñascos serrados, por precipicios y abismos hacia el alto camino, hacia las montañas de los Himalayas.
Las almas son llamadas e impulsadas por el Amor, el amor de los montañeros, el amor de los Elohim que han anclado sus focos en las alturas de las montañas de la Tierra. El Amor y únicamente el Amor es la clave para la superación. Porque Dios es Amor. Y donde acecha el egoísmo, ahí habrá concesiones, habrá titubeos de última hora y la batalla se perderá, el momento de indecisión en el que la energía suspendida crea una pausa en la espiral que se está formando y en el flujo y el movimiento de Dios.
Por tanto, en la hora de la decisión, en el momento en el que surge la pregunta de ese interrogatorio humano sobre si estar o no en el sendero de la iniciación, hacemos una pregunta.
Porque somos los jerarcas de Luxor, del Retiro de la Llama de la Ascensión. Nosotros guardamos el blanco acerado, intenso fuego sagrado que sólo puede ser contenido por aquellos que viven en la pureza del Amor. Y, por tanto, mientras estáis envueltos en interrogatorios humanos acerca del Gurú, hacemos la pregunta suprema: ¿Cuántos amáis, cuán grande es vuestro amor?
¿Es vuestro amor suficientemente grande como para hacer el sacrificio para la superación, para el Sendero, para la causa de la Gran Hermandad Blanca para que otros de entre la humanidad puedan también recibir las Enseñanzas, la Ley y la comprensión del cumplimento de la promesa del Amor? Enfrentado con esta pregunta, el individuo debe regresar a sus viejas costumbres de una existencia centrada en sí mismo o salir de ese capullo de egoísmo y volar con las alas del Espíritu, las alas del Amor que son la victoria segura.
Hay una clave en las disciplinas para alcanzar una Conciencia Superior. La clave es no enmarañarse en el laberinto del interrogatorio humano, los miedos, las dudas y los espectros de la noche que aparecen en ese laberinto. No hace falta que sigáis los meandros de la mente carnal y la conciencia humana a través de todos los niveles del subconsciente para llegar al conocimiento de la Verdad, para llegar a la Realidad o para triunfar en Amor.
La clave es no ser atraídos por la curiosidad ni por la fascinación con el horror, ni por la glotonería por las cosas de los sentidos, que os atraen hacia abajo, hacia más y más experiencias astrales y fenómenos psíquicos. La clave –en vez de tomar mil pasos a través del plano astral– es tomar un paso hacia los brazos de la Presencia YO SOY, hacia el plano de la Mente Crística donde la unidad y la integridad de esa Gran Pirámide, la unidad y la integridad, es la acción disolvente.
¡Trascended vuestros ciclos! No sigáis aquellas espirales negativas que dan vuelta tras vuelta tras vuelta hacia abajo, hacia abajo hacia la manifestación de la muerte en la cripta misma del cinturón electrónico. Sino que con una invocación al fuego de la ascensión, que esa llama salte y forme un arco de espiral a espiral, consumiendo los escombros al contacto. La llama no es lineal; no necesita viajar por las vías de la creación humana. Y así vuestra alma, envuelta en la llama, tampoco necesita permanecer por más tiempo en la conciencia que dice que el único modo de salir es a través del laberinto.
Os digo: ¡Trascendedlo! Esto significa que el momento en que queráis daros a la mezquindad, a la argumentación, a vuestra necedad humana, haciendo niñerías, en ese momento instantáneamente dejáis esas cosas y permitís que Dios sea la Luz que os consume en la victoria del Amor. Y el Amor, que es vuestra victoria, es vuestro propio amor que es Dios manifestado dentro de vosotros.
Y nuestro Dios es el fuego omniconsumidor de Amor.
Amad a Dios lo suficiente para que no tengáis necesidad de satisfacer el deseo humano. No tenéis que apaciguar a la mente carnal y darle lo que quiere para poder tener un momento de paz, una hora de paz. No tenéis que enredar vuestras energías en imperfección. Aunque penséis que a veces es necesario, os digo que meditando en el interior –dentro del corazón y sobre la llama trina de Vida– meditando sobre la Presencia y manteniendo ese flujo constante de energía de amor a Dios haciendo un arco hacia él, y su amor volviendo, completando la integridad de los dos arcos como las dos mitades del círculo, vosotros podéis trascender los ciclos anteriores.
Si podéis sostener vuestra atención sobre vuestra Presencia YO SOY y sobre la Luz, recibiréis la energía necesaria para enfrentar todas las circunstancias externas (karma) y sin tener que pasar por ellas en vuestras emociones, en vuestros conceptos mentales, en vuestra memoria y en el trabajo físico. Pensad, por tanto, en esto. Las disciplinas para alcanzar una Conciencia Superior exigen que demostréis cómo podéis estar en el mundo sin ser parte de este mundo.
¿Y cómo es esto? Para ser disciplinado, astuto en la comprensión de la Ley y de su imitación falsa, el primer paso es convertirse en un niño pequeño. Debéis convertiros en un niño de inocencia antes de que podáis madurar y ser el hombre Crístico y la mujer Crística. No tratéis, pues, de convertiros en el completo Maestro de Galilea antes de haber seguido las espirales de la conciencia Divina y de la conciencia Crística que tenéis derecho a seguir, no el laberinto de la mente carnal, sino el proyecto original del sendero etérico de iniciación. Y, por tanto, sed como el niño pequeño.
Ahora os haré retroceder, en vuestra conciencia anímica, a ese punto de la vida embrionaria de vuestra conciencia de inocencia, entrando a esa forma del pequeño bebé. Confianza, fe y esperanza y caridad plenas son vuestros. No habéis endurecido vuestro corazón, no os habéis endurecido para convertiros en un cínico del mundo. Vuestra piel es suave; no está endurecida por los fallos de otros. Y así, en el dulce perfume de vuestro amor por la Madre y el amor de la Madre por vosotros, recordáis la integridad en Dios y esto es toda vuestra identidad.
Sois un bebé en Cristo. Estáis tranquilos y serenos, con la absoluta convicción de que vuestra vida está en Dios, de que Dios os está cuidando. Y la cualidad más esencial para convertirse en este pequeño bebé es entender la cualidad del desamparo. Cuando vosotros estáis completamente desamparados, entonces debéis permitir que Dios haga su trabajo dentro de vosotros. Podéis verdaderamente decir, como el niño de Cristo: «No puedo yo hacer nada por mí mismo. Es el Padre en mí quien hace las obras».
Tenéis una clara transparencia, pureza de la visión inmaculada de la Virgen Cósmica. Concebidos inmaculadamente, no conocéis el pecado, no conocéis la separación de Dios. Estáis en el vientre de la Madre. Estáis rodeados por las aguas de la Palabra viviente. Estáis en paz, y podéis conquistar la vida porque sois Dios en manifestación.
Ahora estáis preparados para las disciplinas por medio de las cuales el bebé se convertirá en el niño, y el niño, como el Hijo Varón, crecerá y se fortalecerá en la enseñanza del Señor. Y cuando tenga doce años, conocerá la doctrina de los Maestros Ascendidos y estará predicando en los templos.
Y así, salís a la manifestación externa, salís del vientre interno al vientre externo. Ahora vuestra habitación es un cosmos, un nuevo mundo feliz, un mundo lleno de luz, aunque con sombras y oscuridad de alguna manera aún indefinida para vuestra preciada alma. Salís y viajáis por los ciclos de vuestro Reloj Cósmico individual y os inclináis ante los grandes iniciadores de la Vida, las jerarquías solares.
Y cada uno os da las disciplinas del fuego sagrado: del poder Divino, amor Divino, y maestría Divina, de control Divino, obediencia Divina, sabiduría Divina, armonía Divina, gratitud Divina, justicia Divina, realidad Divina, visión Divina y victoria Divina. Vuestra alma dentro de esos cuatro cuerpos inferiores conoce toda esta enseñanza del Reloj Cósmico. Habéis estado cerca, muy cerca del latido del corazón de la Madre, y por medio del latido de su corazón habéis aprendido los ciclos del Padre.
El niño pequeño en su inocencia empieza a aprender las costumbres del mundo, una pequeña caída y un rasguño, lágrimas y exigencias que no pueden ser satisfechas. Y por consiguiente, aprendéis a satisfacer vuestras propias exigencias: la formación de los sentimientos y del cuerpo mental, la formación de la mente, la memoria y la noble forma, la forma que ha de alojar el fuego espiritual de Vida. Este niño pequeño, este niño nacido para ser Dios.
A la vez que los velos de la inocencia se separan uno por uno y maduráis en la comprensión del mundo, así como en la comprensión de la Ley, tened cuidado. Tened cuidado de no olvidar vuestra Fuente y las hadas, las ondinas y los gnomos con quienes habéis retozado cuando erais pequeños. Tened cuidado de no olvidar las caras de los ángeles que os han cuidado en la cuna, que han velado por vosotros. Tened cuidado de no olvidar que hay seres con maestría que os tomaron de la mano y caminaron con vosotros sin riesgo por lugares peligrosos.
Hay pocos que os harán recordar, hay pocos que sabrán porque todos han sido desprogramados separándolos de Dios y llevándolos al comportamiento del mundo. Y así, si retenéis vuestra inocencia de la infancia, os convertiréis en el niño pequeño que guía todos los aspectos de la creación hacia el conocimiento de Cristo.
El niño pequeño es el líder de la era de Acuario, el niño pequeño dentro de vosotros, el niño pequeño que ahora llega a la mayoría de edad sin olvidar la Fuente, sino viniendo a esa unidad de equilibrio, de discernimiento, de aprendizaje, de dominio de los estudios necesarios para funcionar en este mundo y servir y tener la labor sagrada.
No sólo debéis convertiros en el niño pequeño para tener las disciplinas de la Conciencia Superior, sino que también debéis continuar siendo el niño pequeño. Es mejor ser herido una y otra vez que tener el cinismo de los existencialistas. Es mejor que abusen de uno a desconfiar del prójimo.
Es mejor vivir en Él y tener vuestro ser en Cristo y dejar que el mundo tenga sus costumbres, que revestiros de una armadura falsa que no es el tubo de luz, la santa inocencia del fuego blanco, sino que es el dominio del engaño y la intriga, el dominio de un ego carnal, el dominio de todas sus defensas, sus indulgencias y todas sus experiencias que los caídos os dicen que debéis tener para poder distinguir entre la Luz y la Oscuridad.
Ésta es la primera y fundamental Mentira que se le dice al niño para separarlo del sendero de iniciación: «Ven y experimenta esto, ven y experimenta esto otro. Prueba y ve prueba y decide por ti mismo si esto es para ti o no.»
Dios ha dicho que el niño pequeño en toda su inocencia no necesita probar el velo de energía (tentaciones del mal ilusorio), no necesita tomarlo o absorberlo o contaminarse con él para poder conocer la Verdad. Y hay muchos santos, como Santa Teresa de Lisieux, que desde temprana edad, como la Madre María y Jesús, han entrado al Sanctasanctórum y han encontrado las satisfacciones del amor en Dios y en sus santos ángeles.
Y aquellos que han aceptado esa Mentira y han transigido con todas las cosas que se ofrecen en los mercados del mundo están abrumados hoy por una cruz que ellos han creado, una cruz de su propio karma, una cruz que es el odio a la Madre Divina en cuyo vientre ellos viven y se mueven y tiene ese ser de Luz.
Y, por tanto, el niño pequeño madurando para convertirse en el maestro en el camino, para llevar la cruz del karma mundial, no puede cargar esa cruz del karma mundial porque está demasiado ocupado cargando su propia cruz de egoísmo y autoindulgencia. Y así, muchos no están preparados para entrar a la era de responsabilidad de los hijos e hijas de Dios, para cargar los pecados del mundo como Cristo lo hizo cuando estaba colgado en la cruz, la cruz, no de su propio karma humano, tenedlo presente, sino la cruz del karma de la raza.
En toda era debe haber almas que estén dispuestas a cargar cierta parte del peso del karma mundial. En estos tiempos es, en general, la vida elemental la que lleva ese peso, porque hay muy pocos entre la humanidad interesados siquiera en cargar un poco de equipaje extra.
Aquellos que aman son los disciplinados que pueden caminar por las angostas calles de las ciudades del Oriente Medio donde acecha toda clase de tentación y donde toda clase de pecados de la conciencia humana se despliega en estos mercados.
¿Pasar de largo o quedarse y explorar?
Una cosa es disfrutar yendo de compras; otra cosa es hacerse adicto a comprar y a examinar las manifestaciones de la conciencia humana cuando deberíais estar meditando sobre la Luz que arde dentro de las tiendas de vuestros propios chakras, las tiendas del Buda y las joyas del Buda que están en la joyería.
Queridos míos de fuego, la disciplina significa retirar la energía (y con ella vuestra atención) de su encierro en la tumba de la Materia. Significa sacrificar que el flujo de energía vaya a manifestaciones inferiores y consagrarlo a la llama única de Vida. ¡Vosotros tenéis la perla de gran precio! La perla es el símbolo de vuestro cuerpo causal y la capa sobre capa de la perla son las esferas de la conciencia que habéis construido capa a capa alrededor del núcleo central de la Presencia YO SOY.
Esta madreperla iridiscente lo vale todo; y por tanto el sabio irá y venderá todo lo que tiene por esta perla, la perla única de la Conciencia Cósmica. Su disciplina exige que soltéis, que abandonéis todas estas concesiones y os deis cuenta de que de un día a otro sabéis cuándo vuestra alma (desprovista del cuerpo físico) se encontrará a sí misma arrojada a otra orilla en el plano mental, en el plano astral (no lo permita Dios) o en la octava etérica.
Si vosotros fuerais la Mensajera, estaríais en la posición de observar día a día a los que nacen y a los que mueren, a los que entran al plano físico y a los que lo dejan. Es un vasto desfile de almas encarnando y avanzando. Pero las disciplinas necesarias para alcanzar la Conciencia Superior, si se va a conservar, deben ser mostradas en el plano físico. Y, por tanto, es el consejo de la jerarquía de Luxor hacer que el tiempo y el espacio cuenten, porque son el crisol por medio del cual demostráis vuestra maestría divina y la alquimia de la misma.
Vosotros necesitáis ese cuenco. Necesitáis esa matriz para que podáis llenarla con fuego. Muy poco progreso se hace en otros planos; porque aquí en la Materia –en el aspecto físico de la Materia– creasteis vuestro karma y aquí debéis saldarlo. Y por lo tanto, que nadie piense que va a vivir por siempre en estos cuatro cuerpos inferiores. No son sino vehículos de conciencia que se os han prestado, así como toda la energía de Dios se os ha prestado, para que podáis demostrar la maestría del libre albedrío.
Vengo, por tanto, a vosotros, para daros el concepto de la disciplina. Podéis leer en Actas sobre la Ascensión y en otros documentos y dictados de la Llama de la Pureza cuáles son las pruebas del alma. Podéis leer cuáles son estas disciplinas. Podéis leer la vida de Jesús y Gautama y percibir muy claramente el sendero a la ascensión en los siete y los cinco rayos.
Pero yo quiero venir en el misterio del Amor. Quiero venir en el misterio de la cruz del Amor que es una cruz de obediencia a la ley interna de la Vida. Es una cruz de fuego. Es la cruz de la custodia que fue usada por Clara, elevándola como ese recipiente sagrado del Cuerpo eucarístico de Cristo para hacer retroceder a los sarracenos que vinieron como guerreros llenos de odio para destruir la ciudad. Y recordáis otros relatos de santos que han elevado la Hostia ante las hordas y los ejércitos que se acercaban, que han elevado la imagen de la Virgen María.
Y así, vuestra cruz de Amor es una cruz de fuego blanco. Es una cruz de energía que, cuando es exaltada en la conciencia por medio de la consagración, hace retroceder la marea del odio humano, hace retroceder la Oscuridad de la noche y es vuestra segura protección en el sendero del Amor.
¡Que vuestra carga sea de Luz! Que la cruz de vuestro karma se convierta en una cruz de intensa devoción y amor. Y que vuestra carga sea Luz, momento a momento. Que sintáis que la victoria del Amor reside en la visión correcta. Y si tenéis la visión del diamante del Ojo Omnividente de Dios, el ardiente núcleo de la Verdad, veréis y sabréis que cada carga siguiente está en vuestra mano para que la pongáis en el crisol para que pueda ser transmutada y refinada como el oro del Amor, y oro como conciencia Divina.
Que la cruz sea transmutada diariamente. Que vuestra cruz sea una cruz de Luz para que aun mientras estáis equilibrando vuestro karma, podáis cargar el peso del karma mundial en este Ciclo Oscuro que se está manifestando ahora bajo la jerarquía de Leo, haciendo que la humanidad entre a nuevos estados bajos de egoísmo, desconsideración, descuido, un espíritu de ingratitud que es en realidad ceguera espiritual/material, una incapacidad de ver los dones, los gozos y la abundancia del Creador. Y el descuido es falta de amor como Él ama, como ama la Madre, como ama el niño inocente mientras aún está en el vientre.
Os pregunto, por tanto, al hacer vuestras peticiones a los Señores del Karma durante esta conferencia, al escribir vuestras cartas pidiendo dispensaciones, preparándoos para recibir las dispensaciones que serán escritas desde el Retiro del Royal Teton y que os serán leídas por la Diosa de la Libertad el Cuatro de Julio, al escribir vuestras peticiones pidiendo dispensaciones, pidiendo Luz, ¿diréis también a los Señores del Karma, en el nombre de vuestro propio Yo Crístico, que estáis solicitando llevar una porción de karma mundial, una porción de la sustancia del Ciclo Oscuro, para que la Tierra pueda tener un alivio, para que la humanidad, especialmente la gente de Occidente, pueda tener una oportunidad de conocer la Ley de fortalecerse para la victoria?.
Os digo, cuando examino la escena mundial en todo el horror de lo que está pasando –tanto desconocido por vosotros–, que es patético cómo vuestros líderes os han privado del conocimiento de lo que realmente está pasando en la diplomacia secreta, en la política internacional e incluso en vuestros cuerpos legislativos.
Cuando examino todo esto, veo como única esperanza ese sendero de iniciación que lleva a la ascensión y las enseñanzas necesarias para el Sendero, las enseñanzas de la Gran Hermandad Blanca. Veo como única esperanza el núcleo de fuego blanco de los Guardianes de la Llama que llevarán la enseñanza e irán cerca y lejos para diseminar esa enseñanza, para hablar y caminar con la humanidad en el camino hasta que despierten de su sueño y comiencen el sendero de la iluminación en el Buda.
La única esperanza es, entonces, que de algún modo en un intervalo cósmico, una dispensación cósmica de detener el karma y detener el tiempo y el espacio, millones entren en una nueva devoción a Cristo y Buda, entren en una devoción a la meditación y a las invocaciones dadas con el conocimiento de la ciencia de la Palabra hablada, que por esta acción de comprensión y visión y por una demostración de la Ley, naciones, pueblos y continentes sean salvados de una espiral planetaria descendente de muerte, destrucción y desintegración.
¡Que así sea por tanto! Porque éste es mi llamado a los Señores del Karma antes de que se hagan las decisiones finales durante este ciclo del año. Mi llamado y mi petición es, pues, “un intervalo cósmico”, una oportunidad para que los Guardianes de la Llama y la gente de Luz en todas partes demuestren la Ley y las disciplinas de la misma, establezcan el ejemplo, irradien la corona de sabiduría, eleven las energías (e.d., Kundalini) de la Madre.
Ésta es mi petición, y yo también me ofrezco voluntario para llevar una porción del karma mundial. Aun así, sé que esta petición no puede ser concedida, porque un Maestro Ascendido no puede llevar ese karma mundial que sólo aquellos que no están ascendidos pueden llevar como las causas y los efectos de este mundo. Pero no obstante lo pido, porque lo pido con la esperanza de que mis chelas observen mi petición y de que los chelas de la Llama de la Ascensión hagan igualmente ese llamado y, habiendo hecho ese llamado, estén firmes y listos para recibir todas las manifestaciones inferiores al Cristo que puedan comenzar a aparecer en sus mundos.
Porque, como veis, ese peso puede convertirse en Luz y ser transmutado antes de que llegue alguna vez a descender en ciclos a través de vuestros cuatro cuerpos inferiores. Y por lo tanto, llevar el peso del karma mundial no necesita ser una vía dolorosa sino un camino de alegría, un camino de victoria y conquista. Porque tan pronto como esa energía del karma mundial os es dada, la consagráis al Espíritu Santo y al fuego sagrado, es transmutada y ¡he aquí, vuestro peso es Luz! Éste es el llamado. Podéis elegir hacerlo si lo deseáis.
Que los benditos santos y devotos de la iglesia católica escuchen mis palabras. Porque ellos llevan en sus cuerpos una gran parte del moméntum de espirales de muerte, y por esto los sacerdotes y las monjas han usado el color negro durante tanto tiempo. Están cargando el peso del momémtum de muerte planetaria en el nombre de su Señor. Están cargando la energía para que la humanidad pueda pasar por la iniciación de la crucifixión.
Y aquellos que no han comprendido su sendero y su llamado han ridiculizado el hecho de que tienen el crucifijo en todas partes, pues otros que están ocupados en otras iniciaciones preferirían ver a Cristo resucitado de la tumba en la vestimenta de la resurrección y la ascensión.
Pues bien, todas las iniciaciones son válidas. Y por tanto, tengamos tolerancia; porque todo el cuerpo de Dios debe llevar en la manifestación estas iniciaciones. Y por consiguiente, las grandes religiones del mundo fueron fundadas para que cada mandala grupal pueda desarrollar ese camino y llamado específicos como un ejemplo para todos.
Y ahora habéis llegado al lugar de responsabilidad donde estáis en el centro del sol –el Sol de Justicia que es vuestro Santo Yo Crístico– y todos los rayos de todas las enseñanzas de todas las religiones que salen del centro convergen en vuestro chakra del corazón.
Y ahora tenéis la síntesis de la enseñanza de la Madre, y así podéis ser miembros de una religión mundial que no está controlada por el Consejo Mundial de Iglesias o por los ángeles caídos que intentan dominar a la humanidad. Es una religión mundial de la Gran Hermandad Blanca y sus enseñanzas. Es una religión mundial de la convergencia de almas en la llama de la conciencia Crística. Es una religión mundial de Amor, de todos los que han amado suficiente para renunciar a esas partes del ser que no están de acuerdo con Cristo.
Y por eso os digo: ¡Tengamos nuestro intervalo cósmico! Tengamos un momento cósmico y permitamos que la Madre Divina muestre al mundo la Enseñanza de enseñanzas, la Gran Síntesis de todos los grandes Gurús, los Gurús que son ahora los Maestros Ascendidos que vienen a reclamar a los suyos.
En la victoria de los fuegos de la ascensión, ¡YO SOY Seraphis Bey y os doy la bienvenida a Luxor! Pero os digo que si venís a estudiar a nuestro retiro, si venís a prepararos para la ascensión, si venís, si venís a nuestro retiro, entonces digo: ¡Venid para quedaros!
SERAPIS BEY
Desconocemos la fecha en la que se dio este discurso.
Haz una donación única
Haz una donación mensual
Haz una donación anual
Elige una cantidad
O introduce un monto personalizado
¡Mil gracias por tu generosa colaboración!
¡Mil gracias por tu generosa colaboración!
¡Mil gracias por tu generosa colaboración!
DonarDonar mensualmenteDonar anualmente