Amadas y amados:

¡Yo Soy María Magdalena!

Me inclino ante vosotros con admiración y respeto por lo que hacéis en la Tierra. Estáis abriendo nuevas sendas de conciencia y lo estáis haciendo mientras aún lleváis las viejas cargas del pasado. Por eso surgen viejos dolores y ansiedades, porque están penetrando nuevas formas de conciencia en vosotros, en vuestro cuerpo y en vuestras emociones.

En la actual creación de nuevas sendas de conciencia, sentís los viejos dolores. Eso ya había sucedido en el pasado, habéis estado antes en la Tierra muchísimas veces, pero entonces no era posible crear nuevas sendas. Aún era mucha la conciencia que estaba atrapada en las viejas instituciones de poder y autoridad; y las personas eran prisioneras de su temor a no sobrevivir, de la ansiedad en el plano físico y del temor de ser marginadas socialmente.

Tales temores son muy profundos en las personas; cuando tú no sabes quién eres y estás inmerso en las estructuras de inconsciencia mantenidas por la sociedad, crees que eres tu cuerpo y el temor a no sobrevivir te toca en tu núcleo mas profundo, que es la creencia de que : morir significa ser destruido.

Entonces, surgen esos tremendos impulsos de sobrevivir que pueden llevarte a destruir a otra persona, si ello es necesario para asegurar tu supervivencia; ese es un temor básico y primitivo.

Luego está el temor de ser marginado socialmente o de no pertenecer al grupo; ese también es un temor muy arraigado en las personas.

Si no eres consciente de tu Yo Álmico, de tu Núcleo Divino, crees que, primero, tú eres tu cuerpo y, segundo, que eres una personalidad conformada por la sociedad, que está en ese cuerpo. La personalidad que se forma por causa de las influencias sociales del pasado, fue y sigue siendo configurada por el temor; quieres pertenecer al grupo; quieres ser aceptado por otras personas. En cada persona que quiere ser ayudada, aprobada y abrazada, hay una parte desamparada; esa es la parte de ti que quiere pertenecer; y esa parte aún ejerce mucha influencia en las personas.

Apenas acabáis de salir de un modo de pensar y vivir que estaba dominado por el poder y el desamparo, y que estaba basado en la dominación por medio del miedo.

Ahora, siente en tu campo energético, dónde están actuando todavía esas viejas energías; siéntelo intuitivamente. Observa si hay áreas grises o incluso más oscuras que visiblemente estén actuando en tu Aura o en tu cuerpo. Siente esas viejas energías activas como, por ejemplo, la ansiedad, el sometimiento, el temor a no sobrevivir y el temor de ser rechazado y estar solo. Éstos eran los dos temores más profundos que limitaban a las personas en aquellos días que ya pasaron.

La transición hacia lo nuevo requiere tiempo. Ya podéis imaginar que hay mucho trabajo que hacer para deshacerse de los viejos temores, para llegar a confiar realmente en la conciencia del corazón, en una nueva conciencia que dice que tú no eres solamente tu cuerpo; que tu cuerpo es parte de ti, una parte preciosa en la cual vives temporalmente y a través de la cual te expresas. Tú eres mucho más que eso, eres una Conciencia Álmica, una Luz viva e independiente de las formas físicas y materiales. ¡Qué gran salto de conciencia es éste!

Y un salto todavía más grande, sería que te liberases de la coerción social; porque al pertenecer al grupo, la coerción social frecuentemente hunde a las personas en el nivel vibratorio más bajo, que es conciencia de masas. Es muy frecuente que lo que domina a un grupo o a una multitud, sea una estructura de poder o un individuo que se sirve de los mayores temores de las personas para manipularlas.

Esos dos temores eran los obstáculos más grandes que experimentaban las personas en el pasado. Debido a esos miedos, las personas bajaban al espacio del nosotros, de la pertenencia al grupo, el cual se opone a otras personas o a cualquier cosa exterior al grupo; así que comenzabais a pensar en términos de “nosotros contra ellos” y pertenecer a tu grupo se convertía en algo vital, de tal manera que el miedo y los medios para causarlo siempre eran validados y justificados. La manera de afrontar esos temores incluía la violencia y la dominación de quienes eran externos al grupo.

En esta época, esos temas han salido a la superficie con mucha fuerza y podéis verlo en el mundo que os rodea. De momento, una conciencia mayor es aquella que conecta con todas las otras personas y ve la igualdad en ellas, aún cuando esas personas provengan de un ambiente totalmente diferente y tengan una historia y una cultura diferentes; una conciencia que sabe lo que comparte con la otra persona, incluso cuando esa persona es muy diferente.

Esa es la tarea de este tiempo, tanto a nivel personal como entre países y culturas. Ése es el gran avance que sanará a este Mundo. Y el paso más grande hacia esa sanación, se dará cuando te desapegues de la identificación con tu cuerpo y con tu personalidad conformada socialmente, es decir, cuando te eleves por encima de esas identificaciones y vuelvas a reconocer el llamado de tu Alma. 07:16

Tu Alma te dice que cualquier cosa es posible, mientras que el temor te insinúa que muy pocas cosas son posibles, que necesitas protegerte de los demás o de las enfermedades, por ejemplo. Pero el Alma que habita en ti es valiente y fuerte, y trasciende las limitaciones.

Me gustaría decirte a ti, a la persona a la que hablo, que en muchas vidas y durante muchísimo tiempo ya has colaborado en aumentar la conciencia en la Tierra. Antes de esta vida, ya habías disfrutado del sentimiento de Unidad del cual hablo, o sea, del hecho de que eres más que tu cuerpo, del sentimiento de ser uno con otro, aún cuando ese otro tenga unos antecedentes muy diferentes. Tú ya conoces el deseo de querer elevarte por encima de las clases y de los estatus sociales, a pesar de que esa energía no siempre fuera bienvenida en la Tierra. Distinguir la diferencia entre tu manera de sentir y de pensar, fue para ti todo un aprendizaje, como también lo fue el modo de sentir y pensar del mundo a tu alrededor y la manera en que la mayoría de las personas percibían las cosas. Y ten en cuenta que, a la mayoría de las personas les gustaría pensar y sentir de otra manera, porque nadie es feliz estando en las garras del temor; nadie quiere estar así.

Lo que está sucediendo actualmente es que cada vez son más las personas que ya están hastiadas de una vida basada en el temor. Ahora hay tanta energía nueva en la atmósfera de la Tierra, una sensación tan grande de que es posible que las cosas pueden ser diferentes, que las personas están despertando. Y los jóvenes, las nuevas generaciones que están naciendo en la Tierra, perciben cada vez más la nueva energía que vosotros habéis portado durante siglos y cada vez les gustan menos las viejas costumbres.

Sin embargo, desde la perspectiva de los patrones de pensamiento existentes, la energía de la nueva generación es vista como rebelde porque no encaja en las normas establecidas, como caótica o conducente a problemas de conducta. Aunque, realmente, esa energía contiene los dolores del parto, porque algo nuevo quiere nacer.

Hemos llegado al punto central de esta charla. Vosotros estáis aquí como mentores para ser las comadronas del nacimiento de esa nueva energía en este tiempo. Sin embargo, esto resulta demasiado exigente para vosotros, que todavía padecéis los traumas de ser considerados malos y ser rechazados. Vosotros sabéis lo que es ser juzgados por vuestras ideas revolucionarias, estar socialmente aislados… Ser diferentes es parte de vuestra herencia y eso os ha causado heridas emocionales desde el día de vuestro nacimiento; de hecho ya las teníais antes de que iniciarais esta vida.

Éste es el momento en el que se te pedirá salir de tu concha, mostrarte, anclar la nueva energía que ahora se manifiesta principalmente por medio de los jóvenes, y guiarlos. Tú puedes ser un canal porque posees una profunda comprensión tanto de lo viejo como de lo nuevo; todavía tienes un pie en lo viejo y has sido herido por lo viejo, así que eres capaz de tener Compasión por las personas temerosas de ser rechazadas y aisladas.

También tienes Compasión por las personas aterrorizadas ante la muerte porque creen que no existe nada más que su cuerpo físico. Como vuestra conciencia se ha expandido precisamente porque habéis tenido que vivir y trabajar en la oscuridad, sois vosotros quienes podéis ser un puente entre lo viejo y lo nuevo.

Así que os pido que ocupéis vuestro lugar natural, aunque ya sé cuánto esfuerzo puede costaros hacerlo. Os habéis acostumbrado tanto a pensar, que no hay lugar para vosotros y os sentís completamente agotados por el esfuerzo; pero es precisamente en ese punto donde sois llamados a la tarea, es en ese punto cuando pensáis: “¡Renuncio, no puedo hacer nada más!”; ese punto que, finalmente, se vuelve crucial; cuando finalmente puedes dejar que cualquier cosa que suceda fluya a través de ti. Y, entonces, depones tu voluntad personal, tus ideas sobre cómo tienen que hacerse las cosas y te permites avanzar con el flujo de tu Alma.

El poder que has desarrollado y también el dolor que has sufrido, han destrozado tu ego de algún modo; y ése es un proceso doloroso porque cualquiera se opone al dolor y a desaparecer; pero también es la única manera, porque el dolor y el trauma que padeces son, en cierto sentido, parte del camino. Cuando realmente sientes ese dolor y lo rodeas con Compasión, lo dejas ir. En cierto sentido estás dispuesto a “morir”, entre comillas, porque sabes que algo más grande te está llevando; te rindes a tu profundo y verdadero núcleo y ya no luchas con la realidad terrenal.

También renuncias a tratar de convencer a los demás, porque verdaderamente te has convertido en ti mismo; ya no estás aquí para cambiar a otros, sencillamente estás siendo tú mismo y ésta es exactamente esa función de puente que es tu lugar natural. Eso es lo que quiero expresar cuando que ocupes tu lugar natural.

Ten Compasión por ti mismo y por el viejo dolor que aún queda en tu vida y tan sólo permite que la sanación suceda. Al ver este proceso como parte de tu camino y dejar allí el viejo dolor, la sanación tendrá lugar por sí misma. Tendrás ayudas de todas partes; todo lo que aspira a la vida y al crecimiento y a la alegría, quiere servirte: Guías, fuerzas de ayuda del Universo… Solo tienes que estar dispuesto a ocupar tu lugar natural y decirte: «Ya no viviré más según el temor. Puede que los temores aún estén ahí, pero Yo Soy muchísimo más que eso y lo recuerdo todos los días».

Entonces, verás que la vida te lleva al lugar al que perteneces, donde te sientes bien, donde puedes experimentar gozo y alegría. Ser Trabajador de Luz, el portador del cambio, ya no tiene  por qué ser un deber pesado y lleno de agonía; eso pertenece al pasado y ya no es tu destino. El camino hacia lo Nuevo también significa un nuevo nacimiento para ti, estando en paz con la Tierra y ocupando tu lugar de manera natural.

Y finalmente, observa si la frase «ocupa tu lugar natural» provoca que surjan imágenes en tu mente; quizá aparezcan en tu mente lugares de tu vida diaria o situaciones o actividades; quizá surja algo como una posibilidad futura. ¿Realmente dónde te sientes relajado y feliz? Puedes dejar que tu energía fluya naturalmente hacia esos lugares y situaciones.

Fíjate si alguien te llama; quizá sea el rostro de alguien a quien conoces o quizá aparezca cierto ambiente ante el ojo de tu mente. ¿Hay algo que felizmente te invite a ir allí? No tengas miedo de ensayar cosas, porque hay mucho espacio para jugar libremente.

Asumir tu poder es llegar a tu hogar en la Tierra como quien eres y ocupar tu lugar. Suena muy simple, pero es la culminación de un largo viaje que has transitado como Alma. Yo te pido que te entregues a esa situación porque ya no está tan lejana.

Muchísimas gracias por vuestra atención.

¡Y así es!

Con mucho amor,

MARÍA MAGDALENA