«Hay muchas formas de nutrirse; tengamos en cuenta quiénes somos, somos un ser muy complejo y multidimensional.»
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La nutrición es el proceso biológico en el que los organismos asimilan los alimentos y los líquidos necesarios para el funcionamiento, el crecimiento y el mantenimiento de sus funciones vitales. La nutrición también es el estudio de la relación que existe entre los alimentos y la salud, especialmente en la determinación de una dieta.
En base a este concepto, deberíamos decir que existen muchas formas de nutrirse, pensemos en quiénes somos, somos un ser muy complejo y multidimensional.
Si básicamente nosotros tenemos un cuerpo físico, un cuerpo etérico energético y un cuerpo mental y espiritual, deberíamos utilizar diferentes formas de nutrirnos, unas físicas con alimentos físicos sólidos y líquidos para nuestro cuerpo material; otras energéticas, otras mentales y espirituales.
Vamos a centrarnos en las formas nutricionales energéticas, entre ellas, vamos a ver la que proviene de nuestro Sol que es el centro de toda la vida. En nuestra cultura nos han enseñado a temer al Sol y a escondernos de él, cuando en realidad toda nuestra vida depende del Sol, empezando porque nutre a los vegetales, que están al inicio de la cadena alimenticia. Él es nuestro gran benefactor; equilibra la naturaleza y la ecología. Nos ofrece, gratis y por siempre, vida y salud y si incorporamos directamente la energía del Sol, como hacen los vegetales, él directamente nos nutrirá y nos dará cuanto necesitemos.
Así como la luz solar alimenta al reino vegetal, esta penetra dentro de la tierra, la cual lleva a cabo su propia fotosíntesis. Es así como se generan el oro, la plata, el cobre, los diamantes, las gemas preciosas. El ser humano es como una batería solar y nosotros hacemos nuestra propia fotosíntesis.
Entendamos que el Sol tiene alma, y si nos conectamos y lo miramos con respeto y con intención sintonizaremos con él; él nos cuidará, nos guiará y nos alimentará. En varias culturas y en diferentes épocas existía el culto al Sol, por ejemplo, en yoga el Saludo al Sol del que se habla, en realidad consiste en mirar al Sol más allá de que sea acompañado de ciertos movimientos. Otro ejemplo serían las prácticas egipcias relacionadas con el dios Ra, ya que para los egipcios el sol representaba germinación, calor y luz. Esto hizo que las deidades solares fueran importantes. La cultura inca, asentada en lo que hoy es el Perú, Ecuador, Bolivia, parte de Chile y Argentina tenía como deidad más importante al Dios Sol llamado Inti. El Inca o emperador, era considerado hijo de Inti; y las tradiciones de México donde los tres Astros que a los mexicas les llamaban más la atención son: el Sol, la Luna y el planeta Venus; por ello, dichos astros han provocado grandes creencias y mitos. Así en una infinidad de culturas y civilizaciones humanas se reconocía al Sol como una verdadera fuente de vida para todos los reinos como el mineral, vegetal, animal y humano.
Nosotros por excelencia somos seres solares y el Sol es nuestra primera fuente de alimento y energía para nuestra vida en todo su funcionamiento. Tenemos que volver a nuestro origen y, como nuestros antepasados, lograr esa conexión universal para así poder alinearnos con el cosmos.
Se ha probado que la luz solar es la solución perfecta para la salud mental y emocional; cuando uno ve un amanecer o un atardecer, nos trae calma, paz y bienestar, cualquiera puede sentirlo; por lo tanto, gracias a la práctica de sólo mirar al sol en esos momentos nos alimentamos energéticamente. Se ha probado que cuando el sol es suave, cuando nos llegan menos rayos ultra violeta, eso constituye una poderosa medicina. Vivimos en una sociedad donde las diferentes enfermedades están presentes en nuestra vida. Quien evite la luz solar suave adolecerá de problemas de salud, padecerá insomnio, etcétera. Que el Sol sea peligroso o no depende de la incidencia de los rayos ultravioleta. Si el índice es inferior a 2, no puede haber ningún problema. La primera hora posterior a la salida del Sol y la hora anterior al ocaso son horas seguras para alimentarse y nutrirse del sol, simplemente mirarlo, ya que a través de nuestros ojos llegamos a nuestra mente para que esté bien y si la luz entra en el cerebro los miedos desaparecen. De esa manera estamos yendo a la causa de los problemas.
Hoy en día vivimos desconectados de la naturaleza y los elementos. Lo primero que debemos hacer es reconciliarnos con la naturaleza de la que formamos parte. Andando sobre la tierra, nos reconectamos con la tierra; bebiendo agua energizada por el Sol, nos reconectamos con el agua; mirando el Sol y estando bajo el Sol, nos reconciliamos con el Sol.
NAMASTE
RICHARD KARLEN
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