«Los ciclos de evolución y caídas de la humanidad se fueron repitiendo en diferentes puntos del camino, pero en diferentes grados.»
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Amados seres:
Es un verdadero honor y un gran regocijo acompañarlos en éste y en cada punto del camino.
Todo en el Universo es un pulsar. Movimientos de expansión y contracción constantes, en diferentes grados y direcciones.
El recorrido que la humanidad va transitando, acompaña el pulsar del Universo con dos grandes movimientos. Uno podríamos decir que es el de SEPARACIÓN o FRAGMENTACIÓN. Un movimiento que cada vez te distancia y te desconecta de la Unidad o Fuente.
El otro gran movimiento es el de INTEGRACIÓN o camino de retorno a la Unidad.
Ambos recorridos no son en línea recta, sino más bien movimientos espiralados. Y dentro de esa espiral se van dando diferentes puntos de mayor luz y otros de mayor oscuridad, puntos de mayor intensidad y otros de mayor quietud
Los ciclos de evolución y caídas de la humanidad se fueron repitiendo en diferentes puntos del camino, pero en diferentes grados. Descendiendo en las distintas esferas de consciencia; alejándose más y más de la fuente. Logrando por momentos una humanidad muy luminosa, a la par que experimentado caídas de conciencia muy abruptas.
(Habla el maestro Jesús)
Igual que con otros enviados antes, mi aparición en la Tierra marcó un impulso al camino de retorno. Una vuelta más a la salida del camino de la fragmentación.
Pero, aunque mi llegada significara ese cambio de dirección, recién ahora es cuando comienza a verse manifestado.
Por ello, durante estos 2000 años, todos esos desequilibrios han aflorado hasta alcanzar su máximo esplendor. Los actos y emociones más densos y de mayor separación se han manifestado en estos tiempos.
Anteriormente, ustedes transitaron momentos de esplendor, muy luminosos, pero también decidieron experimentar aún más los desequilibrios. Eso permitió el ingreso de fuerzas oscuras externas, provocando una gran caída de la conciencia.
Ahora bien, es importante resaltar que esas fuerzas externas pudieron lograr su propósito, porque la propia energía que rodeaba a la humanidad en aquellos momentos lo permitió. La humanidad vibraba en una frecuencia similar.
Por supuesto, tanto la caída como esos y desequilibrios, no son estados o tránsitos deseados; sin embargo, en contrapartida, y aunque resulte difícil de comprender, han contribuido enormemente al conocimiento universal.
En tiempos donde la humanidad alcanzó una gran luminosidad y conciencia se pudo ver lo que vendría más adelante y lo que viene traerá consigo el “extra” del conocimiento que brindó la experiencia material de la densidad. Por lo tanto, será mucho más rico, mucho más integrado y mucho más evolucionado.
Antes de la última caída de conciencia, la experiencia humana se hallaba en el viaje de división, desde la Unidad o Fuente que Todo lo Es.
Ese camino de separación, fue aportando información a la Conciencia Universal, ofreciendo conocimiento desde una experiencia cada vez más fractalizada. Desde la experiencia cada vez más distante, individualizada y desconectada de la Fuente, pero conservando todavía un cierto grado importante de conexión, ya que no se había transitado por la gran caída.
Al producirse la última caída de la conciencia en la humanidad, se originó la máxima desconexión con la Fuente y, al mismo tiempo, una máxima elevación de conciencia en la esfera complementaria. La conciencia colectiva humana más elevada. Y aportando así a la conciencia universal.
Tal caída no fue paulatina; tras una intensa lucha de fuerzas y llegado un cierto punto de desequilibrio de no retorno, la caída fue abrupta. En aquel momento, la atmósfera se tornó gris, evidenciando la venida de una tormenta gigantesca; al descender a otra esfera de conciencia, se experimentó literalmente una sensación de caída y de compresión, debido a la energía que tuvieron que tuvo que soportarse. Fue el momento en que se instaló una capa más en el velo, manteniendo un grado de desconexión nunca antes experimentado.
Así como ahora vivencian un salto cuántico de ascenso, aquel también fue un salto cuántico, aunque de descenso, y fue experimentado de golpe, no en el transcurso de un cambio paulatino.
A partir de aquella caída, que se produjo debido a que un gran número de individuos, lo que llaman masa crítica, se hallaba en desequilibrio, la humanidad pasó a experimentar la máxima desconexión de la Fuente.
Habiéndose mantenido algunos, aunque muy pocos, conscientes y conectados, fueron ellos siendo quienes sostuvieron algo de Luz en la Tierra. Una parte muy pequeña de la humanidad, consciente y elevada, coexistió con otra muy densa y desconectada, que eran quienes formaban la mayoría.
(Habla el maestro Sanat Kumara)
En otro punto del espacio-tiempo, mi llegada, junto a cierta cantidad de almas voluntarias, fue necesaria para evitar un descenso irreversible, para elevar la vibración, anclar y sostener cierto número de seres de una frecuencia mayor, que irradiara paulatinamente la cantidad necesaria de luz y conciencia y amplificarla hasta lograr la luz necesaria para salir de aquel estado de baja conciencia y poder elevarse un nivel más.
Aquella venida no fue sólo por voluntad de las altas esferas externas a la Tierra. Y por supuesto, tampoco desde mi deseo de ser un salvador. Fue generada por aquellos pocos humanos que se mantuvieron más luminosos en medio de toda aquella densidad y falta de conciencia. Su petición activó y plasmó que contribuyéramos a brindar esa ayuda desde el exterior, de igual modo que anteriormente la curiosidad y el desequilibrio habían permitido la entrada de fuerzas de baja vibración, aquí también se gesta el cambio desde ustedes) Sin aquel impulso generado desde adentro, no me hubiera sido posible ingresar, ya que en el plan Divino no está contemplada la intervención arbitraria desde esferas mayores en la evolución de los Grupos, si ésos mismos no son quienes hacen germinar la semilla el cambio. (Esto se repite una y otra vez en el camino, y es importante que lo tengan presente.) La semilla de un cambio en cualquier dirección, siempre tiene que comenzar a germinar desde dentro.
Nuestra llegada significó el apoyo unos pocos venían deseando a fin de generar la energía suficiente que permitiera volver a hacer girar la rueda que se encontraba girando hacia el descenso. Frenarla y hacerla girar hacia el camino de ascenso a la Conciencia del Todo. Es decir, hacia el camino de retorno a la Unidad.
Aquellas almas que me acompañaron como voluntarias a la Tierra, han tenido que transitar todo ese cambio de giro de la rueda.
Al cambiar de una dirección a otra, primeramente se experimenta un detenimiento y, a continuación, un avance lento acompañado de todas las manifestaciones de resistencia a ese cambio. Todo lo que quiere dejarse atrás, en un primer momento se exacerba. Toda la densidad y oscuridad se hace más visible y eso es lo que se fue viendo y viviendo en la Tierra. Una transformación súper lenta.
Aquellos que sostuvieron la Luz y la Conciencia son quienes han generado la posibilidad de un nuevo impulso de ayuda externa, y quienes hicieron que germinase el siguiente impulso que facilitaría un giro más en la espiral, en el camino de retorno a la Unidad, a la esfera central de conciencia, Diosa-Dios.
Ese posterior impulso fue la venida de Jesús. La Energía Crística manifestada en muchos seres que llegaron con y siguieron a Jesús Sananda, quien es la voz de todo ese impulso.
(Habla el maestro Jesús)
Mi venida a la Tierra tuvo como objetivo anclar a través de mí, en cuerpo físico, la Energía Crística en la Tierra. Acercar un grado mayor de conciencia. Y la Energía Crística lo es, ya que trae el Amor como origen y base de todo; el Amor como camino.
El objetivo fue anclarla y mostrar cómo habitar la energía del Amor y la Compasión, a pesar de las circunstancias. Anclar en la Tierra esa visión, dando inicio a la activación gradual de la Energía Crística en cada uno de ustedes, lo cual se ve manifestado con más claridad en estos momentos.
Yo sólo fui una parte visible de aquel impulso. Mi llegada fue amortiguada por muchos que prepararon el terreno y otros que continuaron el camino, lo que generó un fuerte impulso que aceleró el camino de vuelta.
Uno de los puntos más relevantes de este mensaje es transmitirles que, al igual que antes han recibido impulsos de “Maestros” encarnando con sus voluntarios con el fin de irradiar luz, ahora nuevamente se hallan recibiendo un nuevo impulso.
Sin embargo, y es importante que comprendan esto en toda su extensión, esta vez ese impulso ya no se materializa en forma de Maestros encarnando y llegando a la Tierra. Este nuevo impulso los llama al despertar de ese Maestro que hay en ustedes mismos, y eso es lo que están viviendo. Y es en esa tarea que les brindamos nuestra colaboración y sostén.
Esto es así ya que muchos han alcanzado el grado de conciencia y amor que permite que en esta ocasión den un salto mayor, un salto cuántico en su evolución, cambiando hacia una esfera o nivel de conciencia mucho mayor, comenzando a habitar en la energía de amor incondicional. Este salto cuántico es la manifestación y el resultado que nuestra presencia en la Tierra ha querido lograr.
Amados seres, queremos transmitirles certezas para sus dudas y claridad para su camino. No hace falta entrar en detalles anecdóticos, lo importante es que puedan tener una visión más amplia de los sucesos y acontecimientos que la humanidad ha vivido y experimentado.
El aporte experiencial tan exclusivo que han brindado con sus vivencias en la materia, el grado de separación que han llegado a alcanzar, nos ha permitido elevarnos más aquí también, en las esferas sutiles. La información que la humanidad ha aportado, así como otras civilizaciones han hecho y seguirán haciendo, es lo que va amplificando más y más la conciencia del Todo.
Con esto deseamos que comprendan que, aunque se sientan muy distantes, vulnerables y dependientes, tendrían que ser conscientes de siempre fueron ustedes mismos quienes generaron el descenso al haber permitido la entrada de fuerzas oscuras, pero también son quienes han generado el ascenso al haber sostenido cierta Luz para permitir el ingreso de energías de alta vibración y amor.
A los viajeros, a aquellos que llegaron como voluntarios aquella vez conmigo, con nosotros, que tuvieron que entrar en el ciclo de reencarnaciones hasta hoy, quienes han tenido que sostener su misión aún sin recordar su origen, a todas las oleadas de voluntarios que fueron llegando como semillas estelares para sembrar Luz, a todas las almas humanas que en aquellos tiempos difíciles fueron capaces de mantener su flama encendida y que acompañaron cada impulso que recibieron amplificando la luz, a todos ellos les decimos que, ustedes, seres valientes, son quienes han sostenido la suficiente Luz y Amor en la Tierra para que se haya podido llegar a este punto de transición en este salto de ascenso, esta vuelta a la espiral.
Conecten ahora su corazón al nuestro y reciban nuestro más profundo reconocimiento, respeto y agradecimiento. Sientan todo el amor que nos inspiran.
Y sepan que ahora están llamados a MANIFESTAR SU MAESTRÍA. ¡Ha llegado la hora de que ocupen su lugar en el máximo grado que cada uno alcance.
La Luz y el Amor está en crecimiento constante y, a pesar de las resistencias que vean, es importante que continúen expandiéndola, que cada quien se centren su tarea, que sean su versión más elevada en la Tierra. Cada ser, con sus particularidades que los hace únicos y que les permite brindar a la humanidad ese aporte diferente desde su fractalidad. Que cada uno de ustedes sea lo que en verdad es: un fractal de una conciencia mayor, sutil y elevada.
Saquen a relucir su energía Maestra y manifiesten conciencia y responsabilidad en cada situación que se les presente.
Desde las altas esferas les sostenemos en un profundo abrazo de amor incondicional.
¡Es un honor acompañarles!
Muy amorosamente,
JESÚS Y SANAT KUMARA
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