LA MEDITACIÓN SAGRADA DEL CORAZÓN – Drunvalo Melchizedek

«Entrar al espacio sagrado del corazón no implica que tenga que aprenderse un proceso; más bien, es un proceso de recordar.»

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Dos formas de entrar al espacio sagrado del corazón

De los kogi de Sudamérica aprendí que la mejor manera de entrar al espacio sagrado del corazón era mantenerse de pie en un espacio o cuarto completamente oscuro, con los ojos cerrados, sin comer nada, sin beber agua y sin dormir, durante nueve días y nueve noches. Dijeron que haciendo esto la Madre Tierra vendría y el camino sería mostrado.

Su manera de vivir les permite hacer esa clase de meditación, pero para nosotros sería un enorme abismo que cruzar. Los kogi, quienes entienden muy poco de la sociedad tecnológica, me pidieron que enseñara el espacio sagrado del corazón de esta manera, pero me di cuenta de que presentaba un problema real. Les dije que esa clase de meditación de nueve días sería imposible para casi todos en el mundo moderno que quizá unos pocos podrían hacerlo, pero que si queríamos que llegara a la mayoría, tendríamos que buscar otra manera.

Por eso le pregunté a mi guía interno y, poco a poco, fueron apareciendo otras dos maneras. Estoy seguro de que hay más maneras de entrar al espacio sagrado del corazón, pero estas dos funcionan. Real­mente no importa cómo encuentres tu manera de entrar y,  mientras tu corazón permanezca puro, podrás permanecer ahí.

Entrar al espacio sagrado del corazón no implica que tenga que aprenderse un proceso; más bien, es un proceso de recordar, porque siempre hemos estado en ese espacio, desde el principio. Hemos escogido desviar nues­tra atención a esta manera de conciencia de polaridad, pero una vez que aprendamos la lección, estoy convencido de que retornaremos al estado primario de unidad.

El primer camino que emprendí para ello estaba basado en el descubrimiento hecho por el Instituto de Matemáticas del Corazón (Heart-Math) acerca del campo toroidal alrededor del corazón; concretamente, el descubrimiento del pequeño campo toroidal dentro del toroide grande. La premisa fue que la fuente real de ese enorme campo electromagnético estaba dentro del espacio sagrado del corazón. Por lo tanto, pensé que seguir la pista que retrocedía por las líneas geométricas de energía de ese campo, nos llevaría directamente al interior de ese espacio sagrado. Y, efectivamente, así fue. 

El primer método es masculino por naturaleza; eso significa que puede ser transmitido a alguna otra persona, y si esa persona hace exactamente lo que se le transmite, el resultado siempre será el mismo. Desafortunadamente, los métodos masculinos no funcionan muy bien para las mujeres. El segundo método, femenino por naturaleza, es tan simple que me costó bastante verlo.

En el siguiente capítulo, describiremos todas las instrucciones unificadas en un método completo para llegar al espacio sagrado del corazón. De momento, sólo se requiere que entiendan mentalmente lo que se les explica. La experiencia real surgirá pronto: iremos al lugar donde el corazón físico estará frente a nosotros y, en ese momento, veremos con nuestra visión interna o sentiremos el campo toroidal que se halla alrededor del corazón y nos enfocaremos en el pequeño toroide interno.

La forma masculina de entrar al corazón

Ésta es la manera masculina para entrar: Cuando estás yendo hacia el corazón y descubres el campo toroidal más pequeño, sube a lo alto de ese campo hasta que veas el toroide desde arriba. Ese campo de energía es un vórtice, como he explicado antes, que gira y gira como el agua que se va por el desagüe. En su parte externa gira despacio y más y más rápido hasta irse por el centro como el agua que hemos descrito. Para algunas personas, el vórtice gira en la dirección de las manecillas del reloj y para otras en la dirección contraria a las manecillas del reloj. La dirección en la cual gire, parece que está relacionada con la preferencia sexual y, por lo visto, no tiene importancia.

Al hacer la meditación y veas el toroide desde la parte de arriba del campo toroidal, ve o siente en qué dirección gira. Entonces, como si se tratase de hoja que flota en un río, deja que tu espíritu fluya y repose en esa espiral de energía.

Comienza por sentirte a ti mismo girando y girando. Al principio, giras lentamente, pero, a medida que te acercas al centro,  empiezas a girar más y más deprisa hasta que finalmente llegas al centro y empiezas a caer. No hay nada que temer. Déjate llevar y cae. Al cabo de un instante, te darás cuenta de que todo está muy, muy quieto, como si estuvieras en el ojo de un huracán. Es porque ahora estás dentro del espacio sagrado del corazón. Realmente estás ahí.

La manera femenina de entrar al corazón

La manera femenina de entrar al espacio sagrado del corazón es esta.

Como ya he mencionado, manera es tan simple que al principio no supe verla. Las instruc­ciones son fáciles y la experiencia puede ser diferente para cada uno cuando usen este método. No importa si tu cuerpo es masculino o fe­menino, pero si tu intención es que tu camino sea seguir al corazón, ésta es la manera de entrar para ti.

Para entrar por medio de la manera femenina, todo lo que tienes que hacer es ver, sentir o percibir que te aproximas al corazón y entonces atravesar su membrana, tal y como hicimos antes. Salvo que ahora deja que tu naturaleza psíquica femenina sea la guía y deja que sea tu intuición la que te lleve al espacio sagrado de tu corazón. Déjate llevar y gira, teniendo la certeza de que en verdad estás yendo al espacio sagrado de tu corazón.

Inténtalo de una de las dos maneras y, si no funciona, inténtalo de la otra. Recuerda que eres un hijo de Dios y que tú conoces ese lugar, porque Dios y tú siempre habéis sido Uno en ese espacio. ¡Siempre!

Los amo y los honro.

En Amor y Servicio 🙏
Drunvalo Melchizedek

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