«Recordad, hijos míos, que aquello que pidáis, lo que sea, sólo se manifiesta cuando es para vuestro mayor bien.»
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Amadísimos hijos:
¡Yo Soy María!
Dirigíos un instante al corazón y dejad que mi voz llegue durante ese momento de reflexión a vuestra mente consciente.
Yo Soy la Madre que os ama incondicionalmente, y hoy quiero vibrar en ti a través de los latidos de tu corazón, aunque en todo momento mi voz siempre es una presencia constante para ti que sabes de mi existencia.
Escucha la voz de los ángeles que celebran el gran momento que tu existencia está experimentando en este gran despertar.
Atender a tu voz interior, ahora mismo es una prioridad. ¿Qué te pide ahora mismo el corazón? Piénsalo y dime, ¿qué te impide manifestarlo ahora?
Recuerda que no existen limites que no sean los limites de tu propia mente.
Puede que ahora mismo tengas muchas excusas. Que las creencias de las que todavía no has podido liberarte, te digan que no es posible; sin embargo, yo estoy más allá de esos límites y te digo que sí puedes.
Aunque, en cierto modo, también sea una creencia, Yo Soy la creencia del amor ilimitado, del amor que supera cualquiera de las barreras que la mente puede tener. Yo Soy la Madre infinita, creadora y manifestadora. La Madre que habita en las profundidades de ti mismo, la Madre que existe por la existencia de tu inocencia y pureza de tu espíritu. La Madre que abre tu corazón para que este mensaje colme tu corazón de fe y confianza, que eleva tu vibración a la Fuente Cósmica, inundando tu ser con el Amor Divino y potenciando tu voluntad para que nada ni nadie impida la manifestación de lo que hoy anhela tu corazón.
Recordad, hijos míos, que aquello que pidáis, lo que sea, sólo se manifiesta cuando es para vuestro mayor bien. El Padre, Dios de la Creación, nunca pondrá en tus manos lo que no sea para tu bien supremo y para el beneficio de la evolución de tu alma y espíritu.
La comprensión y aceptación es la más clara prueba de vuestra evolución.
A veces, lo que tú pides te es negado, no porque no te lo merezcas, sí porque eso no es para ti ni te engrandece.
No soy yo, ni el Padre quienes te lo niegan, es tu propia e innata sabiduría que conoce cuál es el camino perfecto para ti. Todo merecimiento está en ti.
Sois hijos amados infinitamente. Nunca de la creación nacieron de mí hijos carentes o escasos, porque el universo es abundante en sí mismo y en sí mismo es TODO y así es y será por la eternidad.
Sois hijos del universo y cada uno en sí mismo es el propio universo.
Vuestro propósito es SER universo. Siendo universo nada os falta, todo nace de ti y para ti, en abundancia, igualdad y soberanía.
Todo depende de ti. Creyendo en ti, estás Creyendo en Dios. Y, como hijos de Dios, sois fractales de la abundancia de Dios.
Recibe en conciencia todo lo que por merecimiento y Gracia Divina entrego en tus manos. Celebra, porque en ti está lo que anhelas y de ti se manifiesta.
Yo Soy la Madre Divina, la Madre de los Mil Nombres, María siempre entre vosotros.
¡Y así es!
Canalizado por Sheila Cavalcante, el día 12.08.23 en Arequipa (Perú)
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