
«Sí, existen formas de vivir más tiempo. Y algunas quizá desafíen todo lo que creías saber»
¿Hay un método para vivir más tiempo? Esta canalización de Kryon responde con claridad, revelando una verdad que une conciencia, alimentación y energía.
¿Hay un método para vivir más tiempo?
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Me gustaría profundizar en ello y, antes de nada, advertiros de que algunas cosas pueden chocar con lo que habéis aprendido, con lo que os han contado o con vuestro modo de vida actual.
Mientras me escucháis, os diré que a la humanidad se le está concediendo, literalmente, una “dispensación” energética: una oportunidad para alargar la vida más allá de lo que habríais vivido de otro modo.
Así que sí, la respuesta es un rotundo sí: existen formas de vivir más tiempo.
Podría clasificarlas, pero no lograría captar vuestra atención como lo haré empezando por lo evidente. Hablemos primero de lo que todo el mundo conoce y, después, de lo que resulta menos obvio. Desde hace más de una década se ha impulsado una alimentación más saludable. Y ahí surgen multitud de dietas.
Ya lo he dicho otras veces: ninguna dieta vale para todo el mundo. ¿Lo entendéis? No existe un plan alimentario universal. Fijaos en lo diferentes que sois cada uno; esa individualidad llega hasta vuestro ADN ancestral. Imaginad que ese ADN heredado controlara vuestro metabolismo y vuestra salud de forma muy directa.
El ADN ancestral refleja la energía de vuestros antepasados, el lugar de donde venís. No podéis ignorarlo. Muchos de los que vivís en los Estados Unidos procedéis de familias que llegaron de otros países. ¿Cómo se alimentaban aquellos antepasados? ¿Cómo se adaptaban a su entorno? Todo eso sigue estando en vuestro ADN.
Si ahora escogéis una dieta que elimina, por ejemplo, uno de los cuatro grandes grupos de alimentos o que se centra solo en uno, estáis pasando por alto vuestra herencia genética. No digo que las dietas estén mal —solo os sugiero que seáis prudentes—. Aseguraos de que os sientan bien. Y si un día algo va mal y un médico os recomienda introducir un alimento que tenéis vetado, no os sorprendáis: quizá se deba a que vuestro ADN ancestral esté protestando.
Comer de forma adecuada para vuestro linaje genético os aportará equilibrio, y un cuerpo equilibrado se regenera mejor. El organismo está diseñado para funcionar dentro del marco que marca vuestro ADN; no cambia solo porque hayáis nacido en otro lugar. Esa es la primera clave: la alimentación.
La segunda es que un sistema inmunitario fuerte alarga la vida, y aquí sé que algunos discreparán porque lo aprendieron de maestros metafísicos que dictan normas estrictas. Hay muchas formas de lograr las cosas, en función de vuestra energía y de vuestra conexión con el Espíritu. Un sistema inmunitario robusto evita gripes, resfriados y tantas dolencias comunes. Donde otros enferman cada año, vosotros podríais hacerlo cada diez. Incluso en una posible pandemia, los que poseen mejor inmunidad tienen más posibilidades de salir adelante.
¿Puede la conciencia, por sí sola, fortalecer el sistema inmunitario? ¡Por supuesto que sí! La conciencia es energía y toda la química corporal responde a ella. Es la herramienta más poderosa que tenéis, aunque resulta difícil de dominar: requiere meditación y la capacidad de enfocaros diariamente en vuestras células y en vuestro ADN para equilibrarlos.
Aun así, la vía más eficiente es la propia conciencia, mediante afirmaciones diarias que refuercen vuestro sistema inmunitario. Vosotros lleváis las riendas. Esa es la primera vía.
La segunda vía vuelve a ser la comida: ciertos alimentos destacan por sus vitaminas y minerales y pueden apoyar vuestro ADN ancestral y vuestra inmunidad. Puede que no sepan bien, quizá porque no son parte de vuestra tradición familiar, pero su beneficio está ahí.
La tercera vía son los suplementos. Vivís en un mundo contaminado, con poco sol, aire recirculado y prisas constantes. Todo eso debilita la inmunidad. Si no podéis obtener ciertos nutrientes de forma natural o a través de la dieta, recurrid a suplementos puros y seguros. El planeta ofrece opciones excelentes: investigad y encontrad las que mejor os vayan.
Resumiendo hasta aquí: conciencia, alimentación y suplementos.
Y ahora, permitidme contaros algo que se repite una y otra vez. Un matrimonio feliz ha compartido cincuenta años juntos. Cuando uno fallece antes de tiempo, el otro queda devastado. Ese dolor cambia la química del cuerpo; las ganas de vivir se desvanecen y, al cabo de unos meses, la otra persona también muere. La conciencia controló la duración de la vida. Puede acortarla… o alargarla.
Por eso, lo más novedoso que puedo deciros es que, en esta nueva energía, la conciencia es vuestra mejor herramienta para vivir más tiempo. Ahora bien, preguntáoslo honestamente: ¿teméis al futuro? ¿Os preocupan los próximos años debido a lo que escucháis en las noticias? Si vivís con miedo, vuestra química interna sufre, el sistema inmunitario se resiente y hasta vuestro ADN ancestral se “asusta”. Miedo, quejas y negatividad erosionan la salud.
Tal vez penséis: “Yo no tengo miedo”. Pero ¿te quejas? ¿Participas en reuniones donde todos protestan? ¿Sí? Pues esa negatividad acorta la vida. Vuestra biología reacciona a ella y, en vez de reforzaros, se hunde.
Abandonad ese hábito. Vuestro cuerpo está diseñado para durar mucho tiempo cuando no lo castigáis con mala química ni con miedo. Se repara, se rejuvenece y sigue adelante.
De manera que si queréis vivir más:
- Alimentaos con sentido común y en armonía con vuestro ADN ancestral. Probad, observad y quedaos con lo que realmente os funcione a vosotros, no con lo que le funciona al de al lado.
- Fortaleced vuestro sistema inmunitario. Medid su eficacia, por ejemplo, contando cuántos resfriados tenéis: veréis cómo disminuyen.
- Mantened la conciencia libre de miedo y preocupación. Evitad las tertulias de quejas, porque no os aportan nada bueno.
Estos son los verdaderos secretos para sumar años de vida. Quizá lo hagáis por vuestra pareja, por vuestros hijos o, sencillamente, para compartir vuestra alegría con el mundo.
¡Yo Soy Kryon, enamorado de la humanidad!
¡Y así es!
Canalizado por Kryon a través de Lee Carroll
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