EMPATÍA Y COMPASIÓN VAN DE LA MANO – Mercé Mestre Barberá

Empatía es ponerse en el lugar del otro a través del Sentir. Cuando lo haces, las burlas, las mofas, los insultos, las condenas… todo eso desaparece y surge la Compasión, que nada tiene que ver con el victimismo ni con la pena.

A muchos les cuesta mirar desde el Corazón a los desconocidos porque no ven en el otro a alguien a quien aman.

Debido a la separación que nos tenemos, o mejor dicho, que creemos tenernos los unos a los otros, el vínculo emocional no se crea. Y por eso todavía hay gente que puede comportarse con desprecio, con frialdad, con indiferencia, con aires de superioridad, incluso hasta con la desfachatez de hacerlo a la propia cara del prójimo.

Pero, ¿qué pasaría si esas personas se transformasen en tu padre, en tu madre, en tu pareja, en tu hermana, en tu sobrina, en tu abuelo o en tu hijo? ¿Cómo te sentirías si alguien los tratara de esa forma, como tú lo haces, ya sea a la cara o a sus espaldas? ¿Te daría igual entonces? ¿A qué no? ¿Por qué? ¡Porque no te sentirías bien! Pues a ellos, a los otros, también puede hacerles daño.

Cada vez que te ríes de una persona, que la desprecias, que la criticas o que la juzgas por una enfermedad, ya sea física o mental, o por cualquier otra causa, recuerda que podría tratarse de alguien a quien AMAS.

Quizás así, haciendo este ejercicio, despiertes tu empatía y tu compasión por cualquier SER, ya sea humano o no. Porque parece que únicamente reaccionamos cuando nos tocan aquello que consideramos «nuestro». Cuando en realidad «lo nuestro» ES todo y todos, aunque no seamos conscientes de ello.

No sabemos la historia que hay detrás de las personas que no conocemos, ni las lágrimas y las heridas que arrastran con ellas. Así que, ya sólo por esa ignorancia, SÉ AMABLE con ellas. Con cualquiera, con todos. Sin importar su condición, su aspecto, su estatus, su rareza, su locura, sus dramas o sus delirios. Si es rico o si es mendigo, si huele bien o si huele mal, si es de aquí o de allá…

En serio, no cuesta nada.

No te olvides de tu Corazón, no te olvides del AMOR, porque eso es lo único que nos mantiene a todos en pie.

MERCÉ MESTRE BARBERÁ