HILOS DEL ALMA – Mª Magdalena a través de Pamela Kribbe

«Tu alma tiene muchos hilos y todas las personalidades que alguna vez fuiste forman cada uno de esos hilos.»

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Amados amigos:

¡Yo Soy María Magdalena!

Les doy la bienvenida a todos ustedes a este círculo de personas de ideas afines. Estás viviendo un tiempo de transición, uno que no se limita al mundo que te rodea, sino que también tiene lugar dentro de ti. Te estás moviendo activamente hacia tu Yo Superior. Ese Yo no está encadenado al tiempo y al espacio, sino que es libre, ilimitado y capaz de extender sus alas y obtener perspicacia, energía y conocimiento de las otras dimensiones en las que una vez estuviste. La riqueza de esa herencia está ahora cada vez más a tu alcance, porque estás expandiéndote hacia adentro, haciéndote más vasto, más espacioso. Tu conciencia supera más y más los límites. Esa amplitud se debe a tu labor interior, a tu voluntad de seguir el camino del alma y también a tu búsqueda activa de la oscuridad que todavía hay dentro de ti.

Como resultado, tu conciencia está aumentando y te estás convirtiendo cada vez más en lo que realmente eres. Estás creando la transición de una personalidad terrenal, ligada al tiempo y al espacio, y limitada por la era y la cultura en la que vives a una personalidad nacida del alma: una personalidad que se inspira desde el nivel del alma y que es libre y está en contacto con muchas más dimensiones, además de esta. Precisamente porque estás haciendo esa transición, tu alma está despertando en este cuerpo durante el transcurso de esta vida; las vidas pasadas afloran en tu conciencia, ya sea a través de emociones, que a veces son emociones ambiguas, o a través de imágenes o recuerdos. Y la razón es muy simple: tus vidas pasadas siguen vivas. Esas personalidades que habéis sido en todos esos tiempos y en todos esos lugares, no están realmente muertas: son hilos de vuestra alma que siguen vivas en otra dimensión. El instrumento que es tu alma tiene muchos hilos y todas las personalidades que alguna vez fuiste forman cada uno de esos hilos. Desde los lugares donde ahora se encuentran, perciben una luz en la lejanía y esa Luz eres tú en este momento.

Esas vidas pasadas intuyen lo que aún no se resuelve en el yo, lo que aún duele y fue mal entendido en los tiempos en que vivieron. Todo lo que está sin resolver ahora tiene la oportunidad de ser comprendido por y a través de ti y volverse claro, para que el viejo dolor pueda ser liberado. Cuando haces deliberadamente la transición a una mayor conciencia de ti mismo, es precisamente cuando esas partes de tu alma, que se han sentido perdidas en vidas anteriores, encontrarán el camino hacia ti en tu vida presente. Y, a veces, te enfrentarán a emociones violentas e incluso bloqueos. Aunque no puedes tomarlos literalmente como tuyos, regresan a través del tiempo y el espacio para llamar a tu puerta porque sienten que tú tienes la capacidad de redimirlos. Para hacer verdaderamente esta labor y tenga lugar una redención auténtica, primero tendrías que darte cuenta del hecho de que tú eres tu alma. Tienes que saber que estás convirtiéndote en esa totalidad que incluye todas esas vidas que buscan formar parte del vasto tapiz que conforma tu alma: tú eres una personalidad terrenal y al mismo tiempo un alma.

Esta vida tiene el potencial de ofrecerte la oportunidad de integrar toda clase de viejos aspectos de ti mismo. Y en todos esos aspectos, en todas esas vidas pasadas, hay algo hermoso, algo especial: un talento único, una energía, un resplandor que tiene algo extraordinario que añadirte a ti como alma, y también al mundo. Todos esos aspectos únicos desean ahora llegar a buen término. Algunas han sido, por así decirlo, cortadas de raíz y abortadas. Las condiciones entonces no eran las adecuadas y, a veces, incluso se da el caso de que tenéis que experimentar la dinámica de las energías de la oscuridad y la luz en la Tierra antes de poder comprender esos aspectos más plenamente.

Todo lo que se encierra en un trauma dentro de ti siempre busca la redención y la renovación, y por eso a veces es necesario que sufras y te sientas destrozado, pero esa nunca es la meta. Ahora es importante que te des cuenta de que tienes la capacidad, el poder dentro de ti, de liberarte y redimirte a ti mismo. Tienes el espacio dentro de tu corazón y tu alma para liberar esos viejos hilos anudados en la historia de tu alma a fin de que los frutos y los talentos de esos hilos sean libres al fin. Y debido a que ahora te has vuelto tan grande, todo eso es posible en esta vida. Pero aún no te has dado cuenta completamente de este hecho, por lo que puedes sentirte tan abrumado por el dolor producido por la energía bloqueada del pasado, que pierdes el coraje. Entonces no crees en ti mismo ni en tus habilidades como el sanador en el que te ya has convertido.

Estás preparado para ello. Entrar en tu poder significa, ante todo, que veas y reconozcas tu propia fuerza. El poder es conciencia y la Conciencia es la fuerza más grande que existe. Todo surge de la conciencia. Si esto les resulta confuso es porque en su mundo terrenal, especialmente en esta sociedad, el poder suele asociarse más con hacer y actuar que con lo que se percibe como mera conciencia. Y eso es un gran error, porque el hecho de hacer y actuar, cuando no se alimenta de la Conciencia, conduce al caos y al desequilibrio. Esto es algo que pueden ver claramente a su alrededor en la Tierra. Hay tanto caos y desequilibrio porque hay fuerzas que no están guiadas por el conocimiento del alma ni por el Amor. A menudo hay fuerzas ciegas que son muy explosivas, pero esencialmente impotentes. En general, no son poderosos en absoluto, porque la fuerza más grande que hay es la Conciencia. ¿Y a qué me refiero con Conciencia? En primer lugar, significa estar completamente abierto y presente. Una conciencia abierta de par en par lo abarca todo, no divide las cosas entre “buenas” y “malas”, no excluye. Una conciencia abierta también es muy curiosa porque siempre quiere explorarlo todo y profundizar, ir hasta el fondo de las cosas; en vez de quedarse en el exterior, prefiere ir al interior. Una conciencia abierta no niega las emociones fuertes y las expresiones oscuras. Quiere profundizar y entender por qué, ya que la Conciencia es completamente consciente de un Amor que lo abarca Todo.

La conciencia arquetípica, que es la conciencia central de la vida de Dios, no duda de ese Amor y busca la Luz que hay detrás de todo y lo que tiene necesidad de Luz. Nunca divide las cosas en “buenas” o “malas”, si no que más bien hace una distinción entre madurez e inmadurez. Detrás de las muchas manifestaciones del “mal” hay un niño necesitado y una conciencia expansiva lo sabe.

Puedes trabajar en ti mismo de la misma manera. Acercarte a tu propio dolor, a tus propias heridas, desde una conciencia abierta, es lo más poderoso que puedes hacer. Porque, cuando estás abierto al Amor por ti mismo, mirándote a ti mismo con una mente abierta, la transformación ocurre simultáneamente en los lugares donde duele.

Todo está permitido, porque una conciencia abierta lo abarca todo; te da una sensación de relajación y de volver a Casa, y eso es muy sanador. Sanar no es “mejorar” las cosas, ni arreglar algunos problemas, ni ponerle tiritas a un trauma. Es estar presente en plena y pura Conciencia para que gradualmente comiences a comprender por qué las cosas suceden de la manera en que suceden. Ese campo de sanación de la conciencia es donde emerge tu alma y donde tu alma también está creciendo. Eso es lo que está naciendo en todos ustedes en la Tierra en esta vida.

Los invito en este momento a entrar en este campo de “Amor Consciente” o “Conciencia Amorosa” que hay dentro de ustedes y a imaginar que todas las células de su cuerpo están abiertas a esa energía, que en realidad es su alma. Tiene la energía del Hogar, de tu origen. Basta con buscar un color o un sentimiento particular, y sentir que en ese campo habita una certeza profunda: la certeza de que al final todo es Amor, que todo descubre su lugar, que todo finalmente llega a Casa. En su esencia, esta conciencia está libre de todas las preocupaciones. Seguramente conoces la profundidad del dolor y la pérdida que puedes experimentar como ser humano, pero también sabes que todo eso terminará, que todas las partes regresarán a Casa enriquecidas por su viaje a través del tiempo y el espacio.

Siente que ahora te vuelves muy fuerte. Concéntrate en tu ser interior y siente un ancla en tu abdomen o en tus chakras inferiores. Deja que ese campo de energía curativa descienda hasta tu chakra raíz. Siente lo feliz que es la Tierra cuando tú conoces tu alma; la Tierra quiere apoyar ese saber. Respira desde lo más profundo de tu abdomen y siente cómo estás a salvo en ese campo de Amor, esencialmente intocable. Haga lo que haga la gente contigo o contra ti, este campo permanece inmutable, es inexpugnable y eterno.

Ahora me gustaría animarte a visitar un lugar oscuro dentro de ti mismo que está listo para ser liberado. Algunas cosas pueden estar demasiado alejadas y aún no están listas para la redención. Pero hay partes de ti mismo que están listas y, por así decirlo, están sentadas justo en el borde con este mismo deseo de ser libres, para que la alegría original de vivir que permanece atrapada en ese dolor o en ese trauma pueda liberarse. Necesitas esta parte de ti mismo que está lista para la liberación, para volverte más feliz y optimista, así que anímala a dar un paso hacia tu conciencia. Imagina esa parte de ti mismo como si fuera una figura, una energía, un color, un símbolo, lo que sea que te llegue. También puedes sentirla en un lugar de tu cuerpo, pero ponle ojos e imagina que esos ojos expresan tus lágrimas o tu ira, tu frustración y tu resistencia. También es posible que lo que veas sea algo muy tenue y etéreo que todavía no puede expresarse muy bien. Sea lo que sea, salúdalo de inmediato y trata de no cambiarlo; simplemente haz que se sienta bienvenido. Es posible que esta parte de ti haya estado en la oscuridad durante mucho tiempo y que quizá necesite acostumbrarse a tu atención. Probablemente necesite tranquilidad, porque la Luz puede doler al principio y puede crear una sensación de miedo o vergüenza cuando se ha vivido tanto tiempo como un oscuro secreto. Por eso es bueno preguntarle a esa parte qué puedes hacer tú por ella. Deja que esa parte hable; pregúntale: “¿Qué necesitas de mí? ¿Qué puedo hacer por ti?” Fíjate en lo tranquilo que permaneces. No importa cuánto dolor o incomodidad irradie esa parte de ti mismo, porque ahora tú estás en un lugar de comprensión y amplitud. También sientes que no necesitas hacer nada, que solo necesitas estar presente. Prométele entonces a esa parte tuya que vas a hacer lo que te pida, lo que sea que quiera; que cumplirás con sus expectativas tanto como sea posible.

Cuando hagas esta labor interior, déjate guiar por lo que esa parte herida de ti necesita y desea. Piensa en ello como un juego preciado que juegas con ese aspecto de ti mismo. Lo que significa que no comiences a tratar desesperadamente de limpiarte, sino que te tomes tu tiempo para ello. Tu alma está en una dimensión que es independiente del tiempo terrenal y, a menudo, tiene un mejor sentido del tiempo que tu espíritu humano, que quiere actuar ya y ver resultados inmediatos en el mundo exterior, porque esa es la forma en que has sido criado, casi como un lavado de cerebro. La dinámica y el ritmo de la vida emocional no funcionan en línea recta. Los mejores vehículos para el cambio son la paciencia, la comprensión y la compasión. Y cuando puedes dártelos a ti mismo sin ninguna expectativa, sin preocuparte por los resultados, entonces las cosas suceden sin que intentes que sucedan. Una vez más, ese es el gran poder de la pura conciencia, la pura presencia: hace lo que hace sin tirar ni empujar. Si tu vida y la de todas las personas que están en la Tierra, estuvieran más ancladas en la conciencia, este mundo sería un lugar muy diferente. La gente permanecería más en sintonía con su espacio interior y estaría abierta y alerta, y en esa conciencia abierta y alerta, brotaría nueva inspiración sin esfuerzo alguno después de un período de silencio y quietud. Provendría de un corazón puro, y llegarías a la conclusión de que eso es lo que querías hacer, lo que te hace feliz.

Tal decisión siempre contribuirá al bienestar de todas las personas y al de la Tierra. Sin embargo, debido a que no se utiliza el espacio y se subestima el poder de la conciencia, las personas van demasiado rápido y, a menudo, actúan por miedo y ansiedad. El resultado es que haces cosas que son caóticas o incluso destructivas, y eso no solo es muy doloroso para las personas, sino también para la Tierra que sufre por ello.

Date cuenta también de que la conciencia que he descrito, cuando se aplica a tu propia vida como resultado del procesamiento de viejos traumas, no te afecta solo a ti. Cuando das ese paso hacia atrás, hacia adentro, y experimentas esa fuerza de conciencia en tu propia vida, sucede que el campo de conciencia en la Tierra, el campo colectivo, también cambia.

No importa cuán pequeña y mínima te parezca tu contribución en una población de miles de millones de personas, porque aún así marcas una gran diferencia. Gracias a la labor que realizas se crean nuevas vacantes, por lo que hacerlo también resulta más fácil para otros. Es decir, das ejemplo.

Quisiera agradecerte tu presencia y tu entrega a esa labor interior. Significa mucho para nosotros, para ti y para la Tierra.

¡Muchas gracias!

MARÍA MAGDALENA

Canalizado por Pamela Kribbe