Amadas y amados amigos:

Yo Soy vuestro hermano Jeshua.

¡Estoy tan feliz de estar aquí con vosotros! Cuando hablo a través de un canal, estoy un poco más cerca de la Tierra, de la Humanidad, y me regocijo de estar cerca de todos vosotros.

Veo cómo brilla tu corazón y me encantaría grabar en ti la grandeza y la belleza de quien eres. Quiero recordarte que esa grandeza no es algo lejano ni distanciado de ti ni es algo que tengas que lograr con mucha disciplina; sencillamente, es quien tú eres naturalmente. Es algo triste para mí ver cómo te has distanciado tanto de ser tú mismo. Te has acostumbrado a juzgarte y criticarte continuamente y, sobre todo, estando ya en el camino espiritual, tienes ciertas ideas acerca de lo que se supone que debes llegar a ser.

Pero la vida espiritual es realmente muy simple: Se trata de ser íntimo y honesto con uno mismo. La espiritualidad comienza con la aceptación de quien eres. Si tienes pensamientos negativos, emociones difíciles, que así sea. Tú crees que para vivir desde el corazón tienes que elevarte por encima de esas cosas oscuras, pero el crecimiento espiritual no transcurre por la vía de la ascendencia. Las personas verdaderamente espirituales también son personas muy humildes. No tienen un concepto elevado de sí mismos, en el sentido de que sienten que han trascendido su oscuridad, pero se sienten cómodos con ella y no la rechazan. Y aquí es cuando ocurre la magia, es decir, cuando eres capaz de mirar tu propio dolor sin miedo y con el ojo de la compasión.

Cuando observas tu comportamiento o hábitos negativos, lo que ves es a un niño asustado dentro de ti. Sí, se requiere mucha fortaleza y un corazón abierto para enfrentarse a ese niño. Sin embargo, la esencia de la Energía Crística es reconocer el rostro de un niño inocente detrás de todo comportamiento negativo y disruptivo. Y para vosotros representa un desafío ver vuestra propia inocencia.

Cuando te criticas a ti mismo y tratas de impulsarte en una dirección u otra, piensas que lo que estás haciendo es correcto. Supones que lo que estás haciendo está mal y que incluso hay algo malo en ti. Pero cuando haces eso, no estás actuando desde el Amor; no estás tratándote con amabilidad, por lo que siempre estás jugando al escondite contigo mismo. Quieres dirigirte hacia la Luz, pero la oscuridad entrará por la “puerta de atrás”, por así decirlo. Tienes que estar a gusto con todas las partes de ti mismo para lograr verdaderamente la libertad.

Ahora te invito a que te conectes con tu niño interior. Imagina que hay un niño dentro de ti que se estado escondiéndose ahí durante mucho tiempo. Puede que el niño no se muestre enseguida y que tengas que llamarlo e invitarlo. Pero ábrete a ello y deja que ese niño te muestre la parte más oscura que todavía llevas dentro de ti. Quizá el niño esté llorando o gritando, pero no importa. Sé su guía, su padre o su madre, y percibe si te sientes a gusto con él, si puedes consolarlo.

Siempre hay una razón para las características que consideras oscuras, así que toma las manos de ese niño y míralo a los ojos. Cuando lo hagas, notarás que ese niño tiene algo precioso que darte. Tiene un regalo para ti, algo que es importante para ti ahora mismo. Acepta el regalo y agradéceselo. Tu labor interior es mirar dentro de los rincones más oscuros de tu ser e invitar al niño interior a salir de ellos. Eso es lo que significa pasar por la transición de la conciencia basada en el ego a la conciencia basada en el corazón.

El corazón no lucha contra el ego, el corazón lo incluye todo. El corazón llega a todos los rincones de tu ser y ese es el verdadero significado de la Energía Crística. Lo que te haces a ti mismo, la forma en que te tratas, tiene un impacto en el mundo que te rodea. La compasión y la comprensión que tienes de ti mismo cambiará tu vibración, tu energía, y ese es el verdadero significado de ser un Trabajador de la Luz. Es una transmisión de energía mucho más que un paso de información.

En este momento, muchas cosas están cambiando; se está moviendo mucha energía, y también se puede ver eso a nivel global. Cuando se produce esa transición al corazón, surge mucha oscuridad de los rincones ocultos. Resulta una especie de paradoja en el sentido de que parece oscurecerse antes de volverse más clara. Pero la clave de este proceso es que se permite que la oscuridad salga a la superficie.

Es muy importante que todos los que observéis que esto sucede en el mundo permanezcáis centrados y serenos, que no juzguéis la oscuridad exterior que percibís y que os aferréis a la sabiduría y la comprensión que habéis obtenido a través de vuestro propio proceso interno. Cuando uno juzga la oscuridad que percibe en el mundo, tiende a ver el mundo como una especie de campo de batalla entre la Luz y la oscuridad. Pero el verdadero poder de un Trabajador de la Luz, de un pionero de la conciencia, es reconocer también la inocencia y el rostro de un niño en la oscuridad que percibe a tu alrededor.

Eso no significa que simplemente permitas que todo sea y suceda. Uno tiene que tomar decisiones sobre lo que hace o deja de hacer, lo que le gusta y lo que no le gusta, y eso puede hacerse desde un profundo sentimiento interior y sin juzgar. Puedes tomar decisiones muy claras desde tu corazón sin que la mente las juzgue. Si te las apañas para no caer en el juicio, mantendrás la energía de la Compasión y la irradiarás hacia el mundo.

Recuerda que todo lo que está oscuro, y todo lo que se oculta en un rincón oscuro, anhela la Luz y no es feliz en la oscuridad. Ten esto en cuenta cuando mires a tu alrededor. Eso no significa que tengas que salvar el mundo, sino que simplemente mantengas firme tu propia luz, tu sabiduría, tu falta de enjuiciamiento. De esa manera canalizarás una nueva energía hacia la Tierra, teniendo en cuenta que, lo que uno haga específicamente en su vida cotidiana para expresar esa nueva energía, será diferente para cada persona.

Me gustaría terminar invitándoos a que os conectéis más profundamente con cuál es vuestra forma individual de expresaros. Para ello, imagina que estás sosteniendo una antorcha en tu mano derecha y siente la energía de la llama de esa luz. Siente cómo, por un lado, es ardiente y apasionada, y, por otro lado, es serena y silenciosa. Esa luz brota de un sentimiento de alegría y no de querer luchar ni batallar y procede de lo más profundo de ti. Ahora imagina que estás lleno de la luz de esa antorcha. Esa es la Luz de tu alma, tu origen; recuerda cuán radiante es, cuán juguetona e imaginativa, cuán llena de alegría está. Deja que fluya a través de todas las células de tu cuerpo, ¡disfrútala! ¡Vivir desde el corazón significa ser alegre!

Mientras te conectas con esa Luz, pregúntate si hay algo que te gustaría hacer en tu vida o que ya estés haciendo, que esté alineado con esa Luz para que puedas experimentarla en tu vida diaria. Observa qué es lo te alegra más y no aceptes menos. En el pasado, las voces del miedo te han reprimido, te han disciplinado demasiado. Confía en la voz de la Alegría, el sentimiento de Alegría, y cada vez que te preguntes qué es lo que deberías estar haciendo en tu vida y cómo puedes cambiar algo, haz aquello que sientas que te alegrará más. Puedes comenzar con algo simple, pero cuanto más fluyas con ese flujo, más grande se irá haciendo. Así es como uno marca la diferencia en este mundo.

¡Gracias por ser quien eres!

JESHUA