«¡Tú eres la esperanza de un Mundo Nuevo! Por favor, acepta este mensaje y ¡abrázate a ti mismo!»
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Amados amigos:
¡Yo Soy Jeshua!
Siente mi energía y mi abrazo; los amo a todos profundamente. Me inclino y me postro ante ti porque reconozco el coraje que se necesita para descender a un cuerpo humano y vivir tu vida aquí. Os reconozco de corazón porque somos Uno, como hermanos y hermanas.
No tendrías que considerarme como un maestro superior a ti. Estoy aquí para enfatizar nuestra semejanza, nuestra unidad. Te han enseñado a pensar en ti mismo como un ser insignificante y mi deseo es que reconozcas tu grandeza, la Chispa Divina que hay dentro de ti. No puedes vivir tu vida con plenitud y satisfacción sin conectarte con esta chispa interior, tu divinidad. Cuando estás desconectado de ella, te sientes desequilibrado y perdido.
Hoy vamos a hablar de una energía masculina y femenina y es un muy triste que, en vuestra sociedad, la energía femenina haya sido reprimida e incluso suprimida durante tantísimo tiempo. Te has acostumbrado a superar la vida con tu mente analítica, pero la mente no está destinada a actuar de forma independiente; la mente siempre estuvo destinada a ser un instrumento del alma. Cuando la mente actúa por sí sola, pierde sus raíces, su conexión con la Tierra y con el corazón. La mente puede ser increíblemente astuta e inteligente, pero si pierde su conexión con el corazón, se tirna destructiva en muchos aspectos. Hoy he venido a pedirte que restablezcas la conexión entre tu mente y tu corazón, entre el hombre y la mujer.
Para empezar, te pido que te conectes con tu corazón. Simplemente imagina que tu conciencia desciende desde la cabeza hasta el corazón, siendo consciente de que todo en lo que centres la atención, se animará y crecerá gracias a esa conciencia, de forma que, cuando centres tu atención en tu corazón, el centro de tu corazón se abrirá como una flor. Y gracias a que estamos unidos, nuestra energía combinada reforzará el poder que puedas sentir en el corazón.
Siente cómo cada uno de los presentes conserva su propio dolor, su propia alegría, sus propias luchas en la vida. Cada uno de nosotros anhela la conexión, el propósito, desea ser parte del Todo. Ese anhelo de propósito, de calidez, de amor que todos vosotros tenéis, en realidad es la mayor esperanza para la humanidad, porque ese anhelo de plenitud, ese deseo de conexión, es verdadero y os está conduciendo a otra forma de vida.
Siente el dolor que está presente dentro de tu corazón, la soledad que hay ahí. Me gustaría que te enfrentaras a ello abiertamente. En el corazón de todos y cada uno todos hay una sensación de estar confundidos y perdidos, de no entender el motivo por el que estáis aquí y cuál es el significado de la vida. Siente esa soledad, ese anhelo en tu corazón, e imagina que lo rodeas con tus manos muy suavemente.
En medio de tu corazón, quizá veas el rostro de un niño, anhelando o puede que incluso llorando. Acaríciale la mejilla. Tú posees la energía angelical dentro de ti, la energía de un ángel. Todos vosotros sois ángeles que han descendido en forma humana, y este mundo necesita ángeles. Aunque, antes de que puedas sanar a los demás, primero tienes que sublimar tu dolor, curar tu propio corazón herido,
Así que reconoce a ese niño herido que llevas dentro y acaríciale, consuélalo. Rodéalo con los colores que más le gustan mientras trabajas con él en un nivel de energía y dile: «Tú eres muy bienvenido en la Tierra, te necesitamos. Necesitamos su espontaneidad, tu originalidad, tu singularidad». Tu alma es una parte única del universo y está aquí en la Tierra ahora mismo para traer algo especial a este planeta, y eso solo puedes hacer cuando reconoces tu belleza interior, tu grandeza y tu fuerza.
El primer paso para vivir de una manera que sea acorde con tu alma, es reconocer que eres un alma y que eres mucho más que una personalidad humana que encaja en la sociedad. A medida que te conectas con tu grandeza como alma, también descubres al niño herido del que acabamos de hablar. Te das cuenta de cuáles son todas las formas en las que no encajas en la sociedad. Cuanto más te conectas con tu ser interior, más raro te sientes dentro de la sociedad. Eso es así. Y se requieren coraje y determinación para emprender el viaje espiritual que conduce a los niveles internos.
Ahora me gustaría hablar sobre las relaciones hombre/mujer o las relaciones de pareja sexual en general. Todos tenéis ese vacío interior, esa herida en vuestro corazón, y cuando no sois conscientes de ello, inconscientemente lo transmitís a vuestras relaciones. Tienes ese anhelo de unidad completa con el otro. Esa es la promesa que sientes cuando te enamoras de otra persona. Sientes una especie de éxtasis, sientes una esperanza de redención, de liberación completa de tu sensación de soledad, por lo que, cuando inicias una relación romántica, depositas en ella muchas esperanzas. Pero después de un tiempo, a menudo suele ocurrir que aparecen malentendidos y luchas entre ambos.
Muchos de esos malentendidos se deben al hecho de que no ves a tu propio niño interior herido. Al no asumir la responsabilidad de prestarles atención conscientemente a tus propias heridas emocionales, se crea una barrera en tu relación con la otra persona. Tú mantienes la esperanza de que la otra persona te comprenda, te libere, te salve, pero, por otro lado, te sientes frustrado porque eso no sucede.
Entonces, paradójicamente, cuando pretendes tener una relación verdaderamente sanadora, primero tienes que saber abrazarte a ti mismo. Tienes que enfrentarte verdaderamente a tu soledad y rodearla con tus brazos. Cuando realmente te conectas con tu alma y sientes la alegría que ella desprende, te sientes abundante, incluso si estás solo. Tu corazón se desborda y entonces ya no necesitas a esa otra persona para llenar el vacío que hay en tu corazón. Seguirán surgiendo problemas o desequilibrios y quizá la otra persona pueda ayudarte a ser más completo, pero, básicamente, tienes que cuidarte a ti mismo.
Para todos vosotros, seais hombres o mujeres, es de vital importancia que reconozcáis el dolor que se halla naturalmente dentro de cada uni ustedes como ser humano y que lo atendáis. A medida que uno mismo se trata con amabilidad y con delicadeza, comienza a reconocer su propia energía sanadora y, antes que nada, tiene que usar esa energía sanadora para sanarse a sí mismo.
Así que ahora imagina que un ángel está detrás con las alas extendidas a tu alrededor. Esa eres tú, tu energía femenina superior. Tú procedes de los reinos más elevados y por eso digo que somos iguales, por eso me arrodillo ante ti y alabo tu coraje. Siente la energía del ángel y permite que fluya por tu cuerpo. Quizá veas colores o sientas una cierta vibración y percibas si hay zonas de tu cuerpo que no están muy abiertas a esa vibración o que son un poco reacias a recibirla.
Cuando veas que hay partes de ti que se resisten a recibir la energía de tu alma, tu energía superior, no trates de forzarlas. Haz que tu conciencia sea aún más amable, tierna y bondadosa. Envuelve tu conciencia alrededor de ese bloqueo y di: «Te acepto, ya sé que hay una razón para que estés ahí». Cuando una parte de ti se siente bloqueada, es porque ese bloqueo tiene una razón de ser. Esa parte de ti puede tener miedo, sentir resistencia o ira, y no cederá al razonar con ella, al hablarle desde la mente. Y tampoco puedes disciplinarla o castigarla, porque no funcionará.
Para llegar a la parte más oscura de ti mismo, la parte de ti que se siente más temerosa y solitaria, necesitas amor: el Amor es la clave. Mira la cara del ángel que está detrás de ti. Ese es el rostro del amor: total y completa dulzura y comprensión.
Dedica un momento a sentir realmente la presencia de la compasión y permite que esa energía fluya hacia las partes más profundas de ti mismo.
Esa es la energía que traerá el cambio a la humanidad: la Energía del Amor.
Cuando yo os miro, veo almas viejas y sabias, veo tristeza y sabiduría en vuestro ser. Algunos de vosotros os habéis se desanimado mucho acerca de la vida y quiero que sepáis que sois amados inmensamente y que os necesitamos donde estáis. ¡Vosotros sois la esperanza de un Mundo Nuevo!
Por favor, acepta este mensaje y abrázate; llénate de compasión y ánimo.
Gracias a todos por vuestra atención.
JESHUA
Canalizado por Pamela Kribbe
Adaptación al español: Mi Voz Es Tu Voz
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