«En el desarrollo humano, las fuerzas o el poder se han asociado con el uso de la mente y el pensamiento, y eso es un gran error.»
ESCUCHA…
LEE…
Amado amigo:
Estoy aquí contigo; Yo Soy tu amigo Jeshua y comparto ideas similares a las tuyas, ya que como tú, estoy en un camino hacia una mayor conciencia, más amor y entrega. También estoy en un camino, como lo estás tú, hacia un mayor entendimiento. El crecimiento de la conciencia no tiene fin. La conciencia misma es infinita, al igual que las oportunidades de experimentar, crecer y elevarnos a niveles más altos de entendimiento. Este proceso agrega alegría a la Danza de la Creación.
Explorar nuevas posibilidades y la creatividad que las acompaña es parte esencial de la vida. El impulso hacia lo nuevo, hacia el crecimiento y la expansión está en todo ser vivo. Todo lo que vive se desarrolla. Encuentra alegría en ese desarrollo; la alegría es tu estado natural. Sin embargo, en la Tierra, los seres humanos a menudo intentan restringir la vida dentro de sí mismos; no confían en el fluir constante de la Vida. En la conciencia colectiva de la humanidad, hay una tendencia a desconfiar del flujo en movimiento de la vida, que está intrínsecamente ligado al crecimiento y la expansión. Hay un deseo de querer controlarlo todo mediante la mente.
Hoy hablamos sobre la fortaleza, sobre cómo encontrar tu propia fortaleza y qué significa realmente. En el desarrollo humano, la fuerza o el poder se han asociado con el uso de la mente y el pensamiento, y eso es un gran error. Controlar, manipular y dominar la vida a través de la mente, se ha convertido en la definición de poder. Al observar a tu alrededor, puedes ver cuánto sabemos y podemos producir. Puedes ver nuestras habilidades en todas partes y cómo incluso podemos manipular el cuerpo humano. Si se le pidiera a la humanidad que señalara su mayor demostración de poder, su mayor logro, señalaría los frutos del progreso tecnológico, que en esencia implica el poder de transformar la naturaleza y la vida misma según nuestras ideas, y luego controlarlas.
Pero, curiosamente, al hacer eso, se le quita la “vida” a la Vida. Se sacrifica para organizarla y reestructurarla según nuestros conceptos mentales. Básicamente, ese impulso hacia la organización y estructuración de la vida proviene del miedo. Es el miedo a no atreverse a seguir los grandes movimientos de la vida asociados con el cambio de estaciones, el nacimiento y la muerte, el crecimiento de un niño, el florecimiento de la sexualidad, la danza entre el hombre y la mujer… Todas las fuerzas creativas de un artista o de una madre que cría a sus hijos, todo lo que hacemos los humanos, surge de un flujo interno profundo de inspiración y creatividad que no puede ser comprendido por la mente.
En esencia, lo que ha sucedido es que se ha privilegiado el pensamiento sobre el sentimiento auténtico. Por sentimiento auténtico me refiero a seguir tu inspiración, fluir con la vida tal como evolucionaría naturalmente. Existe una imagen distorsionada de lo que es el verdadero poder. A menudo se define el poder como “tener poder sobre”, dominar todo de manera masculina, y eso no es poder en su verdadero sentido. El verdadero poder significa moverse junto con la corriente de la vida.
Recuerda que tu alma es un reflejo de la vida, una manifestación de la Fuente Divina.
Si ves la Vida, con mayúscula, como una corriente que lo impregna todo, que está presente en todo, la Vida que se mueve, crece y establece límites; que va desde lo indiferenciado a lo diferenciado, entonces el alma es esa parte de la Vida que te pertenece. El alma es única y propia, y ahí estás en Casa; el alma es tu parte de la Vida. Tu alma está inmersa en esta gran corriente y no está separada de ella; es parte del todo. Sin embargo, tu alma es única, un ser distinto que te hace ser quien eres.
El alma desea desarrollarse, al igual que la vida se desarrolla, conociéndose y comprendiéndose a sí misma. Y sobre todo, el alma anhela experimentar en profundidad todos los sentimientos posibles. El alma no es selectiva y busca tanto la oscuridad como la luz. El alma es curiosa y busca saber, experimentar y comprender profundamente. Por eso, un alma individual en su camino por la vida siempre busca los extremos. En una vida esto puede ser más prominente que en otra, pero un alma única puede y debe crecer interiormente; no puede simplemente adaptarse a lo impuesto por las leyes humanas. Por lo tanto, la curiosidad y el espíritu aventurero te pertenecen como alma.
¿Qué implica entonces el poder en su pleno significado? ¿Qué significa estar “en tu poder”? Me gustaría definirlo como confiar en tu propia alma. Y eso requiere valentía, porque tu alma es diferente, individual y única. Esta confianza en tu alma exige un compromiso radical. No te compares con lo que está fuera ni permitas que leyes o teorías del pasado o ajenas a ti determinen lo que es correcto para ti; más bien, escucha verdaderamente tu voz interior. Siente qué estados de ánimo se mueven profundamente dentro de ti. Escucha las olas de ese mar y confía en las fuerzas elementales que contiene.
Puedes verlo también así: cuando estás en un cuerpo terrenal, debes lidiar con la personalidad que tienes, que sientes como si fuera lo que eres. En el pasado, eso se llamaba ego. Utilizo estas palabras de manera neutral, sin etiquetas de bueno o malo. Tú tienes una personalidad determinada, que se deriva de tus genes, de lo que has heredado biológicamente, de tu crianza; tienes cierto temperamento. Pero en la personalidad también reside el miedo; la personalidad busca salvarse, sobrevivir. Hay todo tipo de mecanismos de supervivencia en tu personalidad, y eso se debe a que ha crecido y ha sido criada con ansiedad. El miedo impregna nuestra sociedad, a pesar de que las cosas están mejorando ahora.
Además de la personalidad, también tienes un alma, la fuente última de tu existencia aquí; la fuente de tu presencia en la vida. Tu alma quiere inspirarte y fusionarse contigo como personalidad terrenal. Tu alma desea crecer a través de tu personalidad, extenderse y experimentar todas las cosas. Pero si tu personalidad tiene el control y simplemente piensas y actúas desde ella (es decir, desde el miedo y el dolor del pasado), entonces tu alma no tiene suficiente espacio para expresarse libremente.
Defino el poder como: entregarse a tu alma; hacer espacio para tu alma y para una fuerza, un impulso o un movimiento que no puede ser controlado por tu personalidad. Tu personalidad quiere controlar, saber, comprender, organizar y, sobre todo, busca previsibilidad y seguridad. Sin embargo, el alma no siempre ofrece seguridad, porque busca crecer, trascender fronteras y adquirir nuevas experiencias. La personalidad a menudo está guiada por el miedo del pasado: por lo que sintieron nuestros padres y por las ideas colectivas humanas. Así que siempre hay una tensión entre la personalidad y el alma, entre lo viejo y lo nuevo, pero llegar a tu poder significa rendirse a lo nuevo, al poder del alma.
Por lo tanto, ves que el poder, en mi definición, es exactamente lo contrario de querer controlar y manipular, y vivir desde la cabeza; que en realidad es una señal de impotencia y miedo. Para avanzar con el alma se requiere mucha valentía y dejar al margen las certezas. Pero ese tipo de rendición, a veces precipitada por una crisis, ese tipo de abandono, está dentro de tu poder.
El primer paso es escuchar a tu alma y descubrir qué es lo que realmente te mueve, qué sientes realmente en lo más profundo de tu ser. Se nos han enseñado ideas sobre cómo deben ser las cosas, qué está bien y qué está mal, qué se puede y qué no se puede hacer, y esas voces pueden eclipsar la voz del alma. Así que el primer paso para vivir desde el alma y acceder a tu poder es ser consciente de la diferencia entre lo que crees que necesitas y lo que realmente deseas en lo más profundo de ti.
Por eso, es fundamental que guardes silencio y te retires del ajetreo de la vida cotidiana, con sus demandas y expectativas. El primer paso para acceder a tu poder es estar en calma y escuchar los sentimientos más profundos que residen en tu interior. Escucha verdaderamente a tu Ser, con mayúscula. Es un proceso completo, ya que con frecuencia el miedo nos obliga a escuchar a los demás, a obedecer o adaptarnos. Así que cambia radicalmente y dirígete hacia tu interior.
Con el tiempo, es necesario descubrir cuál es tu camino único, la siguiente etapa en tu vida. Y eso siempre implica acercarte más a tu centro, soltando el peso del pasado para revelar tus verdaderos colores, tu esencia. Estar en tu poder es vivir en armonía con tu alma. Y eso es algo muy fluido y siempre cambiante; no es estático. Vivir desde el alma significa ser una cosa un día y otra al día siguiente, es algo dinámico.
Ahora te pido que te conectes con la conciencia de tu alma. Simplemente olvídate de quién crees que eres, con todas esas limitaciones y miedos. Piensa a lo grande. Imagina que en el centro de tu corazón reside una fuerza en sintonía con la vida misma, con la naturaleza dentro y fuera de ti: una fuerza natural total que no teme nada.
Visualiza cómo esa fuerza se extiende desde tu corazón a través de todo tu ser, hacia arriba y hacia abajo. Si sientes esa potencia, esa fuerza interior, también puedes experimentarla como parte de algo más grande, como parte de un flujo mayor. Esa fuerza de tu alma está conectada con otras fuerzas, con un juego de poderes. Siente si puedes percibirla como una ola en el mar. Eres una ola que ejecuta ondulaciones propios, pero eres parte del océano. Siente los diferentes movimientos que fluyen a tu alrededor en este campo más amplio.
Céntrate en ti mismo como si fueras esa ola. Observa cómo, de esa única ola que eres, surge una imagen, un color, una palabra o un sentimiento que te indica el siguiente paso adecuado para ti: estás escuchando a tu alma. Imagina que estás sobre una ola que reúne toda su fuerza y luego, lentamente, ondula hacia arriba y hacia adelante. En total rendición, el borde de esa ola se inclina hacia la playa y se desliza hacia ella. Recuperar tu fuerza significa confiar en esa ondulación, en esa ola, seguir el flujo y hacer lo que tu alma te pide que hagas.
¡Muchas gracias por tu atención!
JESHUA
Canalizado por Pamela Kribbe
Traducido del inglés y adaptado al español por Mi Voz Es Tu Voz
Más canalizaciones de Pamela Kribbe narradas por Mi Voz Es Tu Voz AQUÍ
Más canalizaciones de Jeshua narradas por Mi Voz Es Tu Voz AQUÍ
Haz una donación única
Haz una donación mensual
Haz una donación anual
Choose an amount
Or enter a custom amount
¡Mil gracias por tu generosa colaboración!
¡Mil gracias por tu generosa colaboración!
¡Mil gracias por tu generosa colaboración!
DonarDonar mensualmenteDonar anualmente