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Amadas hermanas y amados hermanos:
¡Yo Soy Jeremiel!
Todo se transformará porque así lo ha querido el Padre. Su Infinita Misericordia no tiene límite y aunque aún no es totalmente visible ni palpable en esta dimensión, su Amor está expandido en cada átomo de toda y cada una de las cosas y seres de la Creación.
Amado, no temas, la Luz de Dios te protege en todo momento. Sin embargo, ya es hora de que comiences a expandir tu propia luz. Eso es algo que ya has hecho antes y es preciso que hagas ahora.
Deja que la luz de Dios te envuelva y te inunde. Pide ayuda en todo momento. Pide consuelo y guía y serás guiado y consolado.
Permite que la Luz de Dios penetre en tu vida. Imagina la Luz entrando por tu coronilla y cubriendo todo tu cuerpo.
El Padre nunca deja desprotegidos a sus hijos. Incluso cuando no le pides nada, Él te da todo a manos llenas. Sin embargo, cuando le pides algo, estalla en Gozo y te da de todas sus infinitas Bendiciones.
Ya es hora de que te centres en tener fe y confiar. Olvida el sufrimiento, yo te ayudaré a que te desprendas y disuelvas cada capa de dolor que hayas ido acumulando en cada una de tus vidas pasadas y, cuando sientas que algo se desprende y se vacía, tu tarea será rellenar ese espacio con Amor.
Siéntete libre porque ya lo eres. Dios te quiere libre y feliz, porque la Libertad y la Felicidad son el ejemplo perfecto del Amor de Dios. Expándete y expande tu energía, tus deseos, tus sentimientos, tu amor…
Sueña a lo grande, porque ese sueño de un mundo perfecto que alguna vez tuviste, ya es una realidad.
¡Y así es!
YO SOY JEREMIEL
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