
«La pregunta no es “¿Cómo irá mi día?”, sino “¿Cómo voy a transitar yo mi día?”»
El mensaje de los Ángeles canalizado por Ann Albers «Elegir tu papel y trazar el rumbo» nos alienta a crear conscientemente nuestra realidad: cuál es el personaje que eliges ser, qué vibración alimentas y cómo decides caminar tu día.
Elegir tu papel y trazar el rumbo
🎧 ESCUCHA…
📖 LEE…
Queridos amigos:
¡Os amamos profundamente!
Muchos de vosotros os preguntáis: «¿En qué se está convirtiendo el mundo?», y sabemos que muchos ya intuís nuestra respuesta: «¿Qué mundo estáis creando vosotros?».
Podéis enfocaros en el mundo que el colectivo a vuestro alrededor está generando, o podéis preguntaros:
«¿Qué mundo estoy creando yo? ¿En qué futuros me estoy enfocando con mis pensamientos? ¿Qué realidades estoy alimentando con mi emoción?»
¿Qué mundo estáis creando?
Existen infinitas realidades posibles en vuestro universo. Cuando os encarnáis, os unís colectivamente a otros que están enfocando una determinada realidad para manifestarla en forma tridimensional. Vivís dentro de esa realidad. Es como si os reunierais para escribir un guion y luego comenzarais a representar los papeles que habéis escrito para esa obra.
Sin embargo, esta obra terrenal cambia constantemente, porque cada uno de vosotros está escribiendo y reescribiendo su papel a medida que avanza por esta matriz de realidades posibles.
Podéis despertar un día, plantar firmemente los pies en el suelo, dar gracias a la Madre Tierra por su amor y servicio, y sentir cómo su amor asciende en vosotros, nutriendo vuestro cuerpo y vuestra alma.
Antes incluso de moveros, ya habéis trazado el rumbo de un día enraizado en el amor.
Podéis despertar y permitiros volver poco a poco a vuestro cuerpo. Mirar a vuestro alrededor y dar gracias por todo lo bueno en vuestro dormitorio: las sábanas, las mantas, la luz del sol filtrándose por la ventana. Podéis apreciar ese pequeño pájaro que canta fuera, y el suave zumbido de los distintos aparatos de la casa que componen vuestra propia versión del “Om” en “home”. Una vez más, habréis marcado el curso de un día basado en la gratitud y en la sensación de bienestar.
O podéis despertar y pensar en todas las cosas que os molestan o preocupan, en todo lo que tenéis que hacer y no sabéis cómo, en los problemas y males del mundo y de quienes os rodean, y antes de mover un solo músculo ya habréis trazado el rumbo de un día sumido en el caos.
Por supuesto, podéis cambiar en cualquier momento a lo largo del día. Pero en los tres escenarios el mundo seguirá siendo el mismo. Las personas a vuestro alrededor harán lo que hayan decidido hacer. Los líderes y los seguidores del mundo continuarán caminando por el rumbo que hayan trazado para sus días.
La pregunta no es «¿Cómo irá mi día?», sino más bien «¿Cómo voy a transitar yo mi día?». «¿Qué camino recorreré dentro de esta enorme creación de tantas almas, sabiendo que, al margen de lo que los demás hagan, soy yo quien traza mi rumbo? Yo cargo mi propio curso. Me vuelvo magnético a aquello en lo que me enfoco. Atraigo o permito aquello que vibra en sintonía con la frecuencia que emano.»
En vuestros estados de ánimo luminosos os sentiréis inspirados a seguir senderos bellos. Encontraréis de manera natural un flujo en armonía con quienes también están en armonía. Os sentiréis inspirados y llenos de energía porque habrá poca fricción o resistencia al amor que desea fluir a través de vosotros.
En los estados de ánimo más densos, pasaréis por alto los momentos mágicos y, sin daros cuenta, avanzaréis refunfuñando por caminos de lucha. Os veréis rodeados de otros que sienten miedo o enfado, igual que vosotros.
El universo, persistente como es, está siempre emitiendo un flujo constante de amor, pero mientras emitáis miedo, ira o malestar, no podréis captar esas señales.
La manera más sencilla de afrontar esos días difíciles —incluso si os cuesta cambiar de actitud o de estado de ánimo respecto a la vida o vuestro lugar en ella— es amaros a vosotros mismos durante el proceso. Tened compasión hacia vosotros, porque la compasión es amor, y hasta la compasión por vuestros malos momentos, vuestros miedos o enfados os elevará. Si notáis que os estáis sumergiendo en el caos, deteneos y abrazaros —literalmente—.
Ese gesto enviará una cascada de sustancias amables y calmantes por todo vuestro cuerpo físico, elevará vuestra vibración y comenzará a atraer más amabilidad a vuestra vida.
Un acto tan simple de amor propio lanza una poderosa vibración al universo: la de que os sabéis merecedores de amor, incluso cuando estáis en una frecuencia baja.
Amados, todos vosotros sois dignos de amor, siempre. No hay falta ni error en ser humanos. En vuestros momentos bajos, anheláis con más fuerza los altos. En vuestros miedos, buscáis aquello que os consuela. En vuestra tristeza, tratáis de hallar alegría. Y cuando las llamas de la ira se consumen (y os consumen), buscáis la paz.
Estas cualidades elevadas pueden alcanzarse sin pasar por las bajas, pero nunca hay un incentivo mayor para crecer que cuando os habéis tambaleado y alejado, aunque sea un poco, de la pureza de la conexión con el amor.
Conectaros con vuestro propio causa una sensación gloriosa; la desconexión o la oscilación duele y, lamentablemente, hace más difícil fluir con quienes también fluyen.
No queréis luchar contra los que luchan, o acabaréis uniéndoos a su lucha. No queréis odiar a los que odian, o acabaréis participando de su odio. No queréis temer a los que temen, o acabaréis compartiendo su miedo.
Queréis amar para atraer a quienes también aman. Queréis la paz para vivir en armonía y por el camino de la paz. Queréis ser amables para elevar y despertar la amabilidad en los que os rodean.
El mundo será el mundo.
Las personas crearán aquello en lo que se enfoquen y con lo que vibren. Sea lo que fuere que los demás creen o permitan, preguntad a menudo: «¿Qué estoy creando yo? ¿Qué estoy permitiendo?»
Si os gusta vuestro camino, seguidlo con gratitud hacia la vida y hacia vosotros mismos. Y si no, deteneos tan pronto como podáis, respirad y pedid sentir nuestro amor.
Eso no es hacer trampa. Buscad aquello que podáis apreciar, lo que realmente sea bueno a vuestro alrededor.
Ya sabemos que en vuestro mundo hay mucho que celebrar y también mucho que puede frustrar, pero si tuvierais dos papeles posibles que representar en una obra —uno amable, dulce y armonioso, y otro caótico, temeroso y colérico—, preguntaos:
«¿Qué personaje quiero ser en esta gran obra sobre la Tierra? ¿Qué papel quiero interpretar hoy? ¿Qué vida estoy creando?»
¡Que Dios os bendiga!
¡Os amamos un montón!
— Los Ángeles ✨
Canalizado por Ann Albers
📌 Más mensajes de los Ángeles
Haz una donación puntual
Haz una donación mensual
Haz una donación anual
Elige una de estas cantidades
o introduce la que tú sientas
¡Mil gracias por tu amorosa aportación!
¡Muchas gracias por tu amorosa aportación!
¡Muchas gracias por tu amorosa aportación!
DONARDONARDONAR